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Exiliado en México en los años 70, Joan Manuel Serrat no puede evitar su preocupación por lo que sucede al país y la reciente presentación del informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en el que se destaca que prevalece la impunidad, no lo satisface.
El español cree que la posición del gobierno mexicano no es la correcta.
“A mí en lo personal me parece mal no enfrentar las cosas con el rigor que se amerita y dejar las cosas como la basura debajo de la alfombra y eso no nos lleva a ningún lado bueno. Hay más muertos, hay nuevos muertos. Es como un rayo que no cesa”, comenta.
Mientras que para la situación europea en donde los migrantes sirios no han sido bien recibidos, Serrat considera que es una postura cobarde.
“La responsabilidad civil que tiene Europa respecto a los dos millones de sirios entrando por las fronteras. Europa está respondiendo con mucha cobardía y sin duda faltando a lo que Europa ha sido”, agrega.
El valor del tiempo. Cada vez que Serrat sonríe se le arruga la nariz y adquiere un semblante pícaro. Con sus setenta y tantos encima asegura que no le interesa nada de legados musicales.
“No quiero saber nada de esto. Huyo de estas palabras y no sé que hacer con ellas porque no me pagan los vicios”, dice el catalán.
Al celebrar 50 años de carrera artística, Serrat explica que ahora lo que más valora es el tiempo. Con su cabello encanecido y sin separarse mucho de sus anteojos, comenta que la vejez le ha dado la oportunidad de entender la importancia del tiempo.
“Pensé en que el tiempo va muy deprisa, porque pasaron muchas cosas. Pasaron cosas maravillosas y cosas no tan buenas, algunas malas, pero todo siempre muy deprisa. Quizá lo que te sirve de ser mayor es apreciar el valor del tiempo”, agrega.
Y teniendo eso en mente, el ibérico entiende a las nuevas generaciones, a los nuevos artistas y el mundo tan rápido que tienen que enfrentar.
“Es verdad hay mucha gente que aparece y desaparece, pero sí usted lo analiza bien, muchos de ellos ni tendrían que haber aparecido. Y otros que aparecen y se quedan o tienen problemas. El apoyo también es más difícil”, asegura el músico.
De esta forma, Serrat disfruta cuando los jóvenes artistas toman sus canciones y le dan la vuelta con nuevos y diversos sonidos.
Este año presentó su disco Antología Desordenada en donde tuvo la oportunidad de descubrir a todos esos colegas que le quieren y a quienes les esta agradecido por participar.
Medio siglo de entregarse en el escenario le ha dado otros motivos por los cuales seguir cantando.
“Mientras dure mi presencia física, mientras la gente me soporte y mientras yo sea feliz estando. No son mis argumentos más frívolos como el dinero o más profundos como el mensaje. Ahora me subo al escenario porque me divierto y porque me paso bien con la gente”, comentó el español, quien se presentará este viernes y sábado en el Auditorio Nacional.