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Daniel Boaventura enamoró a su público en el Teatro Metropólitan. En su regreso a México, el brasileño demostró por qué ha ascendido tan rápido entre el gusto de sus fans mexicanos y convirtió el recinto tanto en una disco como en el lugar más romántico, incluso prestando su micrófono para una propuesta de matrimonio.
Entre aplausos las luces se apagaron. Justo a las 20:45 horas las cortinas negras que tapaban el escenario se abrieron para dejar ver al barítono brasileño junto a sus cinco músicos y una corista interpretar “The lady is a tramp”, tema con el que inició su esperada presentación.
“Muchas gracias, buenas noches. Es un gran placer volver a México, un honor poder cantar en este maravilloso teatro. Esta es mi tercera presentación en el DF y me llena de felicidad estar ante este público tan caluroso, les agradezco su presencia”, dijo en su muy buen español tras quedarse con una mano en el corazón recibiendo el júbilo.
Dio tonos románticos a la velada y, con un elegante traje negro y camisa blanca, puso voz a “Kiss and say goodbye”, en donde él mismo toco el saxofón.
Temas de Frank Sinatra forman parte de su repertorio por lo que además de afirmar que es una referencia para él, lo homenajeó con “New York”, “Fly me to the moon” y “My way”.
Las mujeres no dejaron de gritarle piropos que causaban su risa nerviosa, pero lo que más emocionó a las chicas presentes fue el momento en que mandó un beso o dio vuelta despacio.
“Ser tan bien recibido en un país importante tanto por su cultura como por su pueblo me llena de una emoción tan grande que preparé algunas canciones en su honor, pero hay una pequeña condición: me gustaría convertir este teatro en una única voz y todos ustedes cantando conmigo”, expresó.
Así se sentó en una silla en medio del escenario y llegó el turno de “Bésame mucho”, “Como es grande mi amor por ti” y mostró algunos pasos de baile en “Quizás quizás quizás”. Boaventura hizo memoria de sus inicios en la comedia musical en Broadway en obras como La Bella y La Bestia, Chicago y Los Locos Adams con “All I ask of you”. Se despidió, con el ánimo al tope y agarrando todas las manos posibles, con “Can’t take my eyes over you”.
Sin embargo, ante el pedido de más, el brasileño regresó para continuar su show en una fiesta tras pasar el micrófono a un hombre que le propuso matrimonio a su novia.