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christian.leon@eluniversal.com.mx
Ariana Grande, aquella niña que se dio a conocer con la serie Victorious, llegó ayer a la ciudad de México convertida en un ídolo adolescente para pasar su “luna de miel” junto a sus más de 16 mil fans nacionales, quienes vivieron junto a la cantante una noche de sensualidad, romanticismo y muchos beats ante un Palacio de los Deportes lleno.
A sólo dos meses de ser anunciado su show en el país, la joven de 22 años logró que sus fans se enloquecieran por ser testigos de la primera visita de Ariana, quien a las 18:40 horas llegó al escenario para desplegar toda la energía de su Honey Moon Tour.
Vestida con diminutas y entalladas prendas negras que dejaban ver su estilizado cuerpo, Grande inició su show con “Bang Bang”, tema que hizo retumbar el recinto.
“¡Hola México! ¿cómo están esta noche? Quiero escucharlos México”, fueron las primeras palabras que la originaria de Florida externó a sus seguidores, quienes portaban afiches con el nombre o imagen de la cantante.
En compañía de un grupo de bailarines y un DJ, Ariana hizo suya la noche, al robarse la atención, los aplausos y los gritos de sus fans, quienes escucharon canciones como “Hands on me”, “Baby I” y “Be my baby”.
Durante 90 minutos, Ariana demostró que la sensualidad y el talento pueden ir de la mano, pues además de lucir un cuerpo escultural con sus cuatro cambios de vestuario, presumió su capacidad vocal al interpretar todos los temas sin necesidad de playback.
La noche fue particular; en su concierto, la también actriz festejó a uno de sus bailarines cantándole “Las mañanitas” en español con ayuda de sus seguidores mexicanos.
“Esta noche es muy especial, celebramos un año más de un amigo muy especial, uno de mis bailarines, gracias por ser parte de esto”, expresó.
Uno de sus bailarines, en tanto, ondeó la bandera nacional.
A diferencia de los shows que ofrecen en Estados Unidos, en su visita a México no tuvo invitados especiales, pero eso no limitó su actuación. Así, desplegó un ramillete de éxitos, como “Right there”, “The way” y “Pink champagne”, temas que aun cuando no llegaron a las radiodifusoras nacionales, demostraron estar en el gusto de los fans, quienes entonaron cada una de las estrofas.
Visiblemente emocionada por la aceptación que su música ha tenido en este territorio y lo expresivos que fueron sus fans que portaron las características diademas con las orejas de gato que hizo populares, Grande externó su cariño hacia los mexicanos, a quienes en repetidas ocasiones mandó besos y constantes “te amo”.
“Es una bendición estar aquí, no miento cuando digo que los amo; estoy tratando de leer todos sus mensajes, los amo”, comentó en una de sus efusivas intervenciones.
Hacia la recta final del espectáculo, la adrenalina, la energía y la locura se incrementaron cuando canciones como “Tatooed Heart” y “Love me harder” fueron interpretadas.
Uno de los temas más ovacionados de la noche fue “One last time”, que mezcló con el tema “What do you mean”, original de Justin Bieber, además de “Break Free”.
Antes de despedirse de suelo nacional, Ariana, quien este año tuvo dos nominaciones a los premios Grammy, interpretó “Problem”, la cual le dio reconocimiento mundial el año pasado y con la que agradeció a sus fans mexicanos.