Entre aplausos, Gustavo Cordera volvió una vez más a México. Pero ahora con su carrera en solitario en el Plaza Condesa. El ex integrante de Bersuit Vergarabat hizo un llamado de justicia por los 43 normalistas de Ayotzinapa a un año de su desaparición.

Debido a que algunas de sus letras hablan de crítica social, dedicó unas palabras antes de “Señor cobranza”, momento en que se colocó sobre su playera las fotografías de algunos de los jóvenes.

“Queremos saber qué pasó con estos 43 estudiantes que no han sido tragados por la tierra, ¡justicia! Nuestra bronca y odio siempre va a ser cantado y nunca va a ser expresado con nuestros cuerpos; no vamos a dar la misma violencia que ellos recibieron”, expresó ante el júbilo de los asistentes que inmediatamente hicieron un conteo del 1 hasta el 43.

En punto de las 20:17 El Pelado salió al escenario juntando las manos a mitad de su cuerpo y haciendo una larga reverencia en modo de agradecimiento al cariño recibido.

Inició su repertorio con “Agua de río”, “Estoy real” y “La caravana se siente”.

Acompañado de cinco músicos y una corista despertó emociones y brincos con las canciones que se desprendieron de sus discos Cordera Vivo y La Caravana Mágica.

“Con todo el corazón, lo que sigue va para todos mis ex compañeros de la Bersuit, estas canciones de alguna manera me van a traer aquel pasado para darle fuerza una vez más”, dijo antes de cantar éxitos de la agrupación de la cual fue parte como “La soledad” y “Madre hay una sola”, que dedicó a la naturaleza por lo que se pronunció contra los productos que dañan o los alimentos transgénicos.

“Este tema es un símbolo de los años noventa; la gente no quería escuchar esta canción, pero todos los países de Latinoamérica vivíamos un neoliberalismo, nosotros teníamos a (Carlos) Menem (presidente de Argentina) así que era una canción de desprecio y odio”, indicó como preámbulo de “El tiempo no para”.

Como una pintura del Distrito Federal es como calificó “Perro amor explota”, que además de afirmar que cambió su vida forma parte del soundtrack de la película Amores perros.

Tras una falsa despedida, regresó para decirse emocionado de que la humanidad ha tomado conciencia de que “existen farsas como son los medicamentos o la intención de condenar nuestras pasiones”. Así “Soy mi soberano” y la coreada y esperada “Un pacto” finalizó su presentación.

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