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La lesión que sufrió en la mano no le impidió a Enrique Iglesias armar una fiesta en la primera de tres fechas de su gira Sex & Love en el Auditorio Nacional, recinto en el que se mostró sonriente, agradecido y cercano a su público de casi 10 mil almas.
Con una playera roja, pantalón negro y una gorra salió al escenario a las 21:35 horas, dejando salir toda la energía en "Tonight", en donde mostró la protección en su mano derecha debido a su accidente intentando atrapar un dron en un concierto en Tijuana.
"México, ¿preparados?", gritó al tiempo que agarró las manos de quienes estaban cercanos a él y las movieron al ritmo de "I like how it feels".
Detrás de su producción una pantalla que terminaba en forma circular mostraba la letra de algunas de sus canciones y lo proyectaba como en "No me digas que no", que enloqueció a los asistentes, seguida de "Bailamos" en la cual volvió a acercarse a sus fans e incluso le dijo a un integrante de seguridad que se acercó que las dejara tocarlo.
Fue justo ahí que pisó por primera vez la pasarela que estaba instalada para ir más al fondo del primer piso, lo que causó un gran júbilo.
"Buenas noches. Mil disculpas por la demora, muchas gracias por esta noche", saludó para recibir gritos de "¡Qué se encuere!", lo que le despertó una gran sonrisa. "Esta próxima canción la escribí hace diez años y nunca me imaginé que la iba a cantar con uno de mis ídolos (Marco Antonio Solís)", dijo al sentarse en medio del escenario junto a sus músicos para dar voz a una versión acústica de "Perdedor".
Sus ojos se cerraron en cada momento que tomó más inspiración para contar que es malo con las palabras por lo que su forma de comunicarse con su novia de cerca de catorce años (Anna Kournikova) es cantando.
"Si no fuera por esta canción... Todas las parejas pasan buenos y malos momentos y en los malos me salvó", expresó antes de "Loco", donde incluso hasta bailó pegado con su corista en uno de los momentos más románticos de la velada.
Así repartió caballitos de tequila a sus allegados e hizo una confesión antes de brindar: "Tengo que admitir que esta noche estoy un poco nervioso, esto va por México ¡salud!".
Cambiando a una playera blanca y tras dejar lo acústico y un par sostenes que recibió del público es que siguió con la rítmica "Be with you" y sólo el humo que emanó la separó de "Tired of being sorry", de su álbum Insomniac, para que diera un gran salto para bajar del escenario y subir a las vallas que lo separaron con la gente para sostenido en parte por ellos mismos en "Escape".
La coreada "Héroe" lo vio en una pequeña tarima en la mitad del primer piso del Auditorio, en sus intentos de acercarse lo más posible a su público (una niña fue la más afortunada al ser besada por él) a quienes pidió encender las luces de sus celulares: "Aquí empezó, México", se emocionó antes de "Experiencia religiosa", con la que se despidió.
Pero eso no duró mucho tiempo ya que volvió al ritmo de su último sencillo titulado "El perdón" durante el cual se subió a unas bocinas para acercarse a uno de los balcones. Hincado fue como comenzó uno de sus más grandes éxitos con "Bailando", que le dio al menos tres premios Grammy, y en la cual concedió sensuales pasos de baile.
Acompañado por ocho músicos y dos coristas es como terminó todo a los brincos con "I like it", a las 23:07 horas, llevándose mucho cariño e incitando al "olé, olé, olé".
Dentro de su mercancía oficial se encontraron réplicas de la playera blanca a la cual dibujó un corazón con su sangre durante su accidente con el dron, mismas que también se ofrecían en las afueras del Coloso de Reforma con los "piratas". Recientemente Iglesias dijo que los recursos de su venta serían destinados para crear una campaña cuyo beneficio sean los niños con necesidades médicas o cirugía reconstructiva.
sc