El trovador Silvio Rodríguez, una de las figuras más importantes de la intelectualidad cubana, recibió el miércoles un reconocimiento de un centro de estudios no gubernamental que apoya el pluralismo político en la isla.

Rodríguez aceptó del grupo "Cuba Posible", para él y su estudio Ojalá, un premio por su "patriotismo" y el valor de su "Gira Interminable", una serie de conciertos callejeros del músico que incluyó los barrios más pobres y las cárceles de la isla durante los últimos cinco años.

Además de un ramo de flores blancas y un cuadro con la imagen de monseñor Carlos Manuel de Céspedes — un sacerdote e intelectual que se negó a irse de Cuba tras la revolución a pesar de pertenecer a una de las familias más aristocráticas de la isla y en medio de la discriminación religiosa-, el grupo hizo expresa su posición ante la realidad de la nación caribeña.

"Pretendemos acompañar el actual proceso de cambios de los imaginarios y las dinámicas sociales... deseamos contribuir al esfuerzo mancomunado de buscar y encontrar las mejores formas para desatar de manera responsable, de manera creativa las potencialidades", se expresó en un mensaje leído del coordinador de Cuba Posible, Roberto Veiga, en la pequeña ceremonia.

"Damos espacio a la diversidad de ideas, incluso a la pluralidad política", agregó Veiga en su misiva.

El premio es inusual en la isla, donde todos los centros de estudios y académicos están vinculados de alguna forma al gobierno y el Partido Comunista.

Cuba Posible, con sede en la propia isla y no en el extranjero, se fundó el año pasado luego de que Veiga y Lenier González abandonaran la revista Espacio Laical, de la Iglesia Católica, donde se habían refugiado por años académicos que estaban a favor pero también en contra de las políticas de gobierno.

Rodríguez, un ferviente defensor de la revolución cubana a cuyos sueños destinó mucha de su obra poética y musical, se mostró satisfecho con el reconocimiento.

"Para mí es natural que esto suceda (recibir esta distinción), para mí es natural que la sociedad evolucione", dijo a periodistas.

El cantautor fue uno de los invitados especiales la semana pasada a Washington cuando se reabrió la Embajada de la isla en el marco del histórico restablecimiento de las relaciones diplomáticas, tras cinco décadas de ruptura que empezó con el triunfo de la revolución cubana en 1959.

La apertura de embajadas "ha sido una sorpresa grata. Antes de la sorpresa trabajábamos en una dirección, después de la sorpresa seguimos trabajando en la misma dirección", dijo Rodríguez en alusión al camino tomado por su obra y al socialismo en su país, lo que provocó el rechazo de Estados Unidos.

Aunque consideró que lo de él es solo "hacer canciones y hacerlas bien", Rodríguez aseguró que no le gustaría que este acercamiento con Estados Unidos y las reformas en Cuba signifiquen cambios en la sociedad como el consumismo.

"Espero que no venga el capitalismo para Cuba", comentó el autor de "Ojalá" y "Cita con ángeles", aunque reconoció que una de las cosas que el socialismo no supo resolver hasta ahora fue "su esquema económico".

Rodríguez se incorporó muy joven como miliciano a la revolución y se desempeñó como adolescente en la alfabetización, uno de los logros más destacados del proceso.

rqm

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