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“Madre no hay más que una, pero aquí, se necesitarían tres”, dice Antonietta, un ama de casa que tan pronto sale del escenario, se convierte en Edith González.

“Una”, continúa el personaje mientras se pasea por un comedor, “que atienda la cocina, otra que arregle los cuartos y, la tercera, que sería yo, que descanse”.

Casi una hora después, al término de la obra Un día particular, Edith recibe a la prensa sobre el escenario. Ha dejado la peluca que portó en ella y aparece al natural, con el cabello cortito a causa del tratamiento que recibe contra el cáncer.

En la puesta en escena, el papel de la actriz va transformándose llegando a entablar relación con un locutor de radio (Luis Felipe Tovar), ubicándose temporalmente a fines de los 30, cuando Adolfo Hitler visita a la Italia de su aliado militar, Benito Mussolini.

“(La obra) Se la dedico a los que tenemos que aprender a construirse cada día, ése es el mensaje, cómo hacer de una vida normal que todos tenemos, una vida particular, que cada día cuente”, dice haciendo guiño a su propia experiencia.

Pero la salud va bien. Está lista, dice, para varios proyectos que prepara, algunos tocándole la puerta para sumarse a ellos.

“Esperemos textos que hemos presentado y ojalá gusten (para concretarse), sorpresas que he planeado, por lo pronto está la obra, afortunadamente hay trabajo”, establece.

“Estamos buscando el proyecto indicado, (la tv) está ávida de contenidos con sentido, que la gente disfrute y ahora es la coyuntura humana, política y comercial y las televisoras están en esa misma”, expresa.

Como lo dijo desde que hizo pública su enfermedad, la actriz de 52 años recalcó que al cáncer hay que desmitificarlo. “Debemos de tener fe en la vida, al cáncer hay que desmitificarlo y qué bueno que yo puedo transmitir algo bonito, dar parte de lo que mi padre me heredó (la energía)”, indica a pregunta expresa.

“Es decir, que el poder está dentro de ti (la gente) y es lo importante”, abunda Edith.

Su compañero de elenco, Luis Felipe Tovar, aseguró ser admirador de la ganas que pone Edith en el trabajo y que a diario le aprende.

“Es una delicia trabajar con ella”, subrayó el histrión de las cintas Todo el poder y Morgana.

Un día particular se presenta en el Teatro San Jerónimo, al sur de la Ciudad de México. Terminó a apenas su segunda semana, bajo la dirección de Claudia Ríos.

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