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El empeño que la actriz Angélica Aragón tuvo por dar voz a la abuela de la protagonista de la cinta Moana no sólo se debió al gusto que su nieta tiene por los filmes animados, también nació de su interés por los pueblos indígenas no sólo de México sino de otras partes del mundo.

La primera vez que Aragón convivió con pueblos de otras regiones del planeta fue hace tres décadas cuando visitó algunas villas indígenas de las islas Hawaii.

Ahí tuvo la oportunidad de descubrir nuevas poblaciones y adentrarse en su cultura, con la cual hasta la fecha está fascinada.

Cuando hace casi un año le dijeron que podría dar voz a Tala, abuela de Moana, en una cinta que retrata a los pueblos de las islas del océano Pacífico, la actriz de 63 años no lo dudó, pues para ella era importante exaltar lo que estas comunidades hacen.

“Cuando me invitaron creía que sería bueno ahora que soy y cuando comencé a involucrarme más, me fascinó, descubrí la forma en la que trataron el tema y fueron respetuosos con estas comunidades con las que curiosamente yo he convivido en el pasado y son pueblos a los que hay que admirarles muchas cosas. El mar de Oceanía y hasta de Hawái es muy distinto al nuestro (el de México) tiene otro color, otra densidad, y hasta eso se puede ver en la película”, explicó.

Estrenada en cines el 27 de noviembre del año pasado, Moana es una producción de Walt Disney Studios que relata las aventuras de una joven adolescente que se embarga en la misión de salvar a su pueblo. Una joven valiente y decidida que hará con los suyos comunidad para lograr su cometido.

Esta primicia también es algo que a la actriz le gustó del filme pues explica, enaltece el rol de la mujer en cualquier pueblo, incluso, como en la película, si sucedió hace 3 mil años.

“Definitivamente no se puede tratar esta película como un filme para niñas, para nada, evidentemente esta protagonizada por una pero en realidad creo que habla de la familia, es sobre cómo trabaja en una comunidad donde cada miembro aporta algo. Aquí no hay villanos, porque hasta el mal es noble. Se trata de mostrar lo mejor de los seres humanos, de ser y dar lo mejor de uno por las razones correctas”, señaló.

El filme que ya se encuentra en formato casero digital no es el primer acercamiento que tiene con la animación, pero si considera es el más importante hasta el momento.

Este trabajo ha despertado en Angélica su interés en seguir desarrollándose en el doblaje, siempre y cuando el proyecto aporte a la inclusión de las personas y sus sociedades.

“Me siento bien de poder ver y trabajar en proyectos que apelen a que seamos mejores personas, a que poco a poco disminuya la discriminación hacia cualquier persona y, si las películas siguen apostando por ello, yo tambien”, añadió.

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