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Esperanza Gómez se abrió paso en el mundo de la industria pornográfica en Estados Unidos, en el que las latinas no tenían un lugar tan destacado.
La colombiana fue noticia esta semana luego de difundirse en redes un video de su paso por un centro nocturno en donde resultó manoseada por los asistentes.
Quienes deseaban ver y tocar a la estrella porno tenían que pagar aproximadamente dos mil dólares, por lo que varios se sintieron con el derecho de poner sus manos en los senos, trasero y zonas íntimas de Gómez.
Gómez apeló en su cuenta de Twitter a la libre expresión que existe en su país.
Su nombre no está alejado de la polémica, sobre todo por la profesión que eligió.
Nació en 1983 en Caldas, Colombia. En 2008 inició su carrera en la industria pornográfica con la cinta “South Beach Cruisin'” y a diferencia de otras actrices, ella siempre ha usado su nombre verdadero, pues no teme al qué dirán.
En 2005 ya había participado en el concurso Miss Playboy TV Latinoamérica.
De niña quería ser agrónoma y también soñaba con ser virreina, pero sus aspiraciones se transformaron y terminó dedicándose al modelaje y a la industria del entretenimiento para adultos, donde ahora es una de las actrices mejor cotizadas, aunque nunca ha revelado cuánto gana por escena.
"Nuestro trabajo ha contribuido a mostrar al mundo cómo las latinas disfrutamos del sexo. Yo no hago caso de las cosas negativas que puedan decirse de mí", señaló la actriz durante una visita a México en 2014.
Comentó además que no tenía necesidad económica de hacerlo sino que el porno es su “verdadera pasión”.
“Mi esposo ve las películas que hago y le gusta lo que hago, lo cual es muy importante para mí, es un buen esposo, se ocupa de mi. No vivo de la industria del entretenimiento, lo hago por hobby, ya que hago producciones por temporadas y vivo una vida hogareña”, aseguró.
cvtp