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cristina.pineda@eluniversal.com.mx
En lo que él mismo dijo que era el primer pastel de cumpleaños que le daban en su vida, Jesús Ochoa hizo que el Foro 8 de Televisa detuviera grabaciones para festejar su cumpleaños, que será el 24 de diciembre.
Al ritmo de “Las mañanitas” repartió pedazos a sus compañeros de elenco en El bienamado, entre los que figuran Chantal Andere, Nora Salinas, Irán Castillo y Andrés Palacios.
57 años son los que celebra, aunque se definió como el peor “grinch” que puede existir en estas fechas.
“Me zurran los pastorcitos, no soporto la Navidad. Yo nunca celebré mi cumpleaños, es el primer pastel que me hacen en mi vida. Mi familia ya se fue de vacaciones y yo me quedo a trabajar; he devuelto regalos cuando me los dan por los dos (Navidad y cumpleaños)”, asegura el actor.
Al recordar su infancia, cuenta que aunque le decía a su familia que le dieran importancia a su nacimiento, siempre pasaba desapercibido.
“¿Qué hacía? La última fiesta que quiso hacerme mi familia se les olvidó el pastel, el año pasado... Ya mejor opté por comprarme mi regalo, después voy y les digo que es lo que quiero y ya me lo regalan. Me compré un sartén para ahumar y se lo di a mi suegra, así está mejor”.
Eso sí, lo único que espera este año es el triunfo de su equipo el América en la final de futbol contra Tigres, ya que si salen campeones, lo consideraría como un regalo.
Quien decidió hacerle un presente de improviso fue Andrés Palacios, quien lo puso en una videollamada con su hija, lo que conmovió tanto al actor que incluso le sacó varias lágrimas de emoción.
“De chavo no quería ser actor, quería ser futbolista o beisbolista, lo que fuera”, argumenta Ochoa. Pero las cosas cambiaron y ahora está enfocado en el trabajo y a dar vida a Odorico Cienfuegos durante 80 capítulos, un papel por el que luchó y para el cual se viste con traje, corbata, se cuida el bigote y hasta, confiesa entre risas, le han colocado más cabello.
“Conocí a este personaje desde hace mucho, desde el año 75, más o menos, no es que hubiera dicho que lo quería hacer pero en ese entonces me gustó mucho, luego empecé a ser actor. Le pedí a Nicandro el casting y aquí estoy”, expresó.
Aunque confía en que ha aprendido a hablar, dar entrevistas y tener discurso, asegura que nunca piensa en los aprendizajes más que en vivir cada uno de sus personajes. “Es un político que trae mucho de muchos políticos, es una mezcla. El chiste es que los adivinen así que no los voy a decir, los metes a todos en una licuadora y sale Odorico Cienfuegos”.