El riesgo en el que estuvo Marichelo Puente a causa de un tratamiento estético no es el único caso que ha impactado el mundo del espectáculo, algunas actrices y cantantes o socialités han deformado dramáticamente sus cuerpos y sus rostros a causa de éstas como Lyn May o recientemente Renée Zellweger, quien lucía un rostro muy distinto al de sus facciones reales y con las que se dio a conocer.

La misma Donatella Versace ha sido víctima del bisturí, sin embargo algunos casos de cirugías han puesto en peligro la vida de quien se las practica y en algunos casos llegado a la muerte.

Donda West, madre de Kanye West, se sometió en 2007 a una cirugía para quitarse pecho y hacerse una liposucción. Antes ya le habían recomendado no hacérsela por sus problemas cardiacos, así que ella cambió de doctor, ocultó su problema y realizó el procedimiento. Tuvo complicaciones cardiacas poco después y falleció a sus 58 años de edad. A partir de su caso se impulsó y aprobó la ley “Donda West”en California que exige un examen médico a los pacientes 30 días antes de su cirugía.

La actriz Diana Herrera falleció a causa de múltiples operaciones estéticas. En el año 2000 quiso aumentar sus glúteos en manos de Valentina de Albornoz (misma cirujana que provocó complicaciones a Alejandra Guzmán). En 2005 una sustancia inyectada en su pierna provocó un tumor que casi termina en amputación y en octubre pasado la vedette perdió la vida.

Una liposucción en 1997 llevó a Lucha Villa a terminar con su carrera. Estuvo dos semanas en coma producto de la cirugía realizada por el doctor Eugenio Pacceli, del cual no se logró recuperar del todo pese a tratamientos en países como Cuba.

La comediante Lucila Mariscal, quien diera vida a Doña Lencha, decidió realizarse una liposucción en 1998 que derivó en fuertes consecuencias en su salud pues tras extraerle 15 litros de grasa tuvo una infección que dañó uno de sus senos. Siempre se dijo arrepentida de ese procedimiento.

En el caso de Lyn May, decidió inyectarse cuando veía cómo varias de sus compañeras se veían más y más bonitas, como ella misma lo platicó durante el programa La historia detrás del mito. Reconoció que comienzas a querer más y más. Una señora le dijo que la haría más bonita,

“Yo recuerdo que esa señora llenaba la jeringa de un biberón y el aceite era transparente y eso era lo que me ponía” dijo en ese capítulo. Lo que le estaban inyectando era aceite de bebé. Tiempo después, ya con las consecuencias, tuvo que someterse a nuevas cirugías para remover los líquidos inyectados.

“Eran unas pelotitas, no se infectaba, se hacían como canicas duras, tuvieron que abrir para quitármelas, sufrí mucho a consecuencia de esos aceites” dijo en ese mismo programa y reconoció que pensó en la muerte.

Sabrina Sabrok aún teme por las consecuencias de sus intervenciones, pues se le reventó un implante y podría sufrir gangrena.

cvtp

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