Clínica de Periodismo
Silvia Urquidi, quien fue amiga de Juan Gabriel y manejó una parte de sus finanzas, reaccionó a la publicación del testamento de El Divo de Juárez presentado el viernes.
“Lo ponemos en duda”, dijo Urquidi en plural, pues incluye la postura de Alberto Aguilera Jr., quien se ostenta como un hijo adoptado de Juanga.
La historia financiera de Silvia comenzó cuando el cantante fue demandado por la Secretaría de Hacienda por no pagar impuestos.
De acuerdo con el dicho de Urquidi, cuando Hacienda embargó las propiedades, ella y Juan Gabriel se pusieron de acuerdo para comprarlas y ponerlas a nombre de Silvia. Tres de esas casas mantienen ese estatus.
Ante la posibilidad de retirarle las propiedades, pues se especulaba que no eran realmente suyas, comentó “Que vaya (el abogado de la familia Aguilera, Guillermo Pous) y se pelee al SAT, a mí no me pueden pelear”.
Pous fue el encargado de hacer público el viernes que ya se había dado lectura al testamento, al cual EL UNIVERSAL tuvo acceso en parte.
Sin embargo, Urquidi y el abogado Marco Tulio Ruiz, a nombre de Alberto Aguilera Jr., señalaron ayer en conferencia de prensa: “Hasta este momento no se ha anunciado la sucesión. Y opinaron que es una “hipótesis”.
“Lo ponemos en duda porque no exhibe ningún documento legal. El señor se presenta sin ningún documennto, ante que juez, qué notario”.
Urquidi también cuestionó lo que llamó actitud de distanciamiento que ha tomado Iván Aguilera al dejar de lado a Alberto Aguilera Jr.
“El dinero cambia a las personas, se acaban familias enteras por el dinero. Iván es un muchacho muy joven”.
Urquidi dijo mantener su postura sobre la herencia: “Yo no me voy a pelear por nada, creo que desde que él murió y antes que esto se diera yo dije que voy a ser una observadora de lo que pasara. Dependiendo de lo que yo vaya viendo va a ser mi actuación” comentó.
Sobre sus tres propiedades dijo que de no resultar heredera Laura Salas, ella le dejaría una de esas casas, así como lo hizo con Alberto Jr, hijo mayor del cantante, para quien pidió, en caso de que no aprezca en el testamento, una pensión.