Más Información
Haberes de retiro de ministros de la Suprema Corte costarán casi 130 mdp anuales; se calcularon con sueldo actual
Depresión estacional aumenta en octubre a diciembre; afecta más a mujeres jóvenes, asegura especialista
Madre y sus tres hijos procedentes de China buscan refugio en México, llevan 10 días en AICM; están en condiciones inhumanas: ONG
Claudia Sheinbaum alista reunión con padres de los 43 de Ayotzinapa; será la primera tras asumir la Presidencia
Claudia Sheinbaum se reúne con gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno; preparan Acueducto Zacualpan II
espectaculos@eluniversal.com.mx
El Salvador.— Tras el anuncio del final de su matrimonio, Brad Pitt y Angelina Jolie iniciaron el trámite de su divorcio y las primeras negociaciones sobre la custodia de sus hijos comenzó.
Para ello, Jolie ha contratado a la abogada Judy Smith, famosa por ser la figura en la que se inspira la serie de televisión Scandal, Olivia Pope, interpretado por Kerry Washington.
Judy Smith es además una celebridad desde que ayudó a Mónica Lewinski durante su controversia con el entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.
Así lo dio a conocer el periódico español El País.
Judy Smith es una abogada que lleva más de 20 años en casos de divorcio de grandes personalidades. Saltó a la fama luego de ser fotografiada junto a Mónica Lewinski cuando salían de los tribunales, confirmando así que ella sería la abogada de Lewinski en el caso.
Desde ese entonces y gracias a la resolución favorable para la ex becaria de la Casa Blanca en el caso, Smith cobró gran notoriedad en Estados Unidos, al punto de ser considerada como el personaje en que se basa la exitosa serie de televisión Scandal. Además, Smith fue subdirectora de comunicación del presidente George Bush padre durante su gestión.
Según fuentes cercanas a Brangelina, citadas por el portal de noticias de espectáculos, TMZ, las negociaciones sobre la custodia de los seis hijos de la pareja ha iniciado de forma positiva. Ambas partes han accedido a una serie de condiciones interpuestas por los servicios sociales y al sometimiento de varios test psicológicos y de drogas para poder pelear la custodia.