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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Toño y Bertha tenían 92 y 90 años de edad, respectivamente, cuando debutaron en un set de cine y con papeles protagónicos. A él lo encontró el director Bernardo Arellano en las calles de Coyoacán, en la Ciudad de México, vendiendo chatarra.
Ella fue enviada por el Instituto del Adulto Mayor, respondiendo a una petición del equipo de producción, que buscaba actores para la película "El comienzo del tiempo".
“Conviví poco con mis abuelos, pero siempre tuve la sensación de hacer algo sobre gente de esa edad y a quienes en las familias los dejan en un rincón, como diciendo que nos les hagan caso, empezando a alejarlos”, refiere Bernardo Arellano.
“Siempre se me ha hecho injusto que eso pase con ellos cuando han trabajado hasta el cansancio para sacar adelante a sus hijos y de pronto son marginados”, agrega el realizador.
Así fue que escribió una historia donde una pareja de ancianos se ve en problemas al retirárseles la pensión por la crisis financiera del país.
Ante la necesidad de subsistir solos, pues no han visto en años a sus hijos, venden sus pertenencias, hacen comida y roban. La vida cambia cuando su hijo y su nieto aparecen.
“Me gusta darle voz a la gente marginada, que son poco vistos por la sociedad”, recalca el también director de "Entre la noche y el día".
"El comienzo del tiempo" ha ganado premios internacionales como el de Mejor Actor en un festival de España, cuyo monto económico le fue dado totalmente a Don Toño, quien desde febrero no ha sido localizado por el director. A los dos, subraya, se les pagó como actores durante los trabajos.
El comienzo del tiempo llegará a las dos cadenas exhibidoras más importantes de México, así como a la pantalla de Cineteca Nacional.
