Los Ángeles.— Lindsay Lohan, quien fuera la máxima estrella de Disney a inicios de la década pasada, ha llegado a los 30 años con una vida especialmente tormentosa, debido a su adicción al alcohol y las drogas.

Desde que tuvo problemas con la justicia por sus constantes problemas con la policía, son pocas las producciones en las que ha figurado, pero anunció que pese a ello intentará acercarse a la audiencia a través del lanzamiento de una autobiografía.

El libro relatará cómo ha logrado superar los momentos más bajos de su vida, tal y como aseguró en una entrevista con la revista Vanity Fair.

“Estoy escribiendo un libro y estoy muy emocionada de compartir las experiencias personales de mi vida y cómo superé los obstáculos. Espero que mis palabras conecten con aquellos que necesiten una guía si están en un momento duro”, señaló.

“Estoy agradecida de tener una voz con la que me siento cómoda para usarla como un plataforma que permita a la gente conocer los altibajos de mi vida”, añadió Lohan.

La intérprete indicó que, además de escribir ese libro, planea para el futuro continuar haciendo películas, crear una asociación benéfica y quizá formar una familia.

Lohan, que nació en Nueva York el 2 de julio de 1986, saltó a la fama cuando era apenas una niña gracias a sus papeles en producciones de Disney.

En 1998 interpretó a dos hermanas separadas por sus padres en la adaptación de Juego de gemelas, y en 2003 compartió protagonismo con Jamie Lee Curtis en Un viernes de locos.

Aunque trató de confirmar su rol de actriz seria en papeles más adultos como en el filme Bobby (2006), Lohan pasó a ser más conocida por sus polémicas y problemas con la ley que por su trayectoria profesional.

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