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erika.monroy@eluniversal.com.mx
“Si hubiera sido en contra de nosotros no hubieran fallado, porque cuando es contra ti no fallan”, dice Alan Ramírez, vocalista de la Banda MS, quien el pasado 2 de julio en Polanco recibió un impacto de bala.
El cantante explica que fue una esquirla lo que le lesionó esa noche y considera que estuvo en el momento y en el lugar equivocado.
Las investigaciones siguen su curso. “Yo creo que el peligro está en todos lados. Pero sí creo que es están ensañando con el género, por todo lo que se dice y está pasando. La música no te define”, dice vía telefónica desde Mazatlán, en donde espera al doctor.
Ramírez aún está a la expectativa de que el médico le diga cómo ha evolucionado. Explica que todavía tenía sangre molida debajo de la lengua hace unos días y aún siente la lengua y su papada dormidas.
Además cuenta que le costaba trabajo pronunciar la r, pero que poco a poco se ha recuperado. Ya intentó cantar poquito, porque el doctor le explicó que no tiene ningún problema con sus cuerdas vocales.
Aquella noche las cosas pasaron muy rápido, pero Alan recuerda todos los detalles. Desde el momento en el que platicaba con sus compañero sobre qué cenarían, si tacos o ensalada, hasta cuando llegó al hospital.
“El vidrio de la camioneta se cayó y entonces todos escucharon la detonación, algunos se tiraron al suelo, y yo comencé a sentir caliente en la cara, luego se me entumeció la lengua y entonces me llevaron al hospital”, recuerda el vocalista.
Tras cuatro horas de operación, Alan salió a recuperarse junto a su esposa y sus compañeros. Presume que todo ha sido muy rápido y que él mismo ha podido bañarse y antenderse.
Asegura que no tiene miedo, porque no le debe nada a nadie y que su familia está tranquila, y que no habrá incremento en los elementos de seguridad, cuya principal función es evitar que los fans se amontonen y ocurra un accidente cuando quieren una selfie.
“Espero regresar para la presentación del 12 de agosto en el Oracle Center de Oakland”, señala.