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Puerto Vallarta.— El cuerpo de Rubén Aguirre llegó alrededor de las 14:00 horas de ayer a la funeraria Casa Celis de esta ciudad, en la que el actor que dio vida al famoso personaje del Profesor Jirafales residió durante la última década.
A su llegada lo aguardaban sus familiares y se esperaba que algunos de sus amigos y compañeros de oficio fueran arribando a lo largo de la noche a este balneario jalisciense para dar el último adiós al emblemático comediante que formó parte del elenco de El chavo del ocho.
Aguirre falleció en su casa dos días después de su cumpleaños número 82, a las 4:10 horas a causa de una neumonía, informó su hija Verónica Aguirre, quien indicó que su madre, sus hermanos y ella pudieron acompañarlo en los últimos momentos.
En mayo pasado, el actor, que padecía diabetes y presentaba problemas de movilidad, fue internado 11 días en un hospital del puerto y fue dado de alta el 7 de junio, pues se esperaba que estar en casa favoreciera a su recuperación.
En 2013, tras ver deteriorada su salud, el cómico decidió alejarse de la actividad en los escenarios y en 2014 las complicaciones de su diabetes mermaron su condición al grado de tener que ingresar al hospital en diversas ocasiones.
Arturo Aguirre, hijo de Rubén viajó ayer desde la Ciudad de México (donde reside) para despedir a su papá. En entrevista con EL UNIVERSAL contó algunas historias sobre lo que su padre le deseaba. “Él siempre decía que lo enterraran en tierra bruta donde me trille el ganado (como dice la canción) pero lo decía de broma”.
Verónica Aguirre, por su parte, señaló que su padre murió sin dolor y que los días previos a su muerte se mostraba de buen humor aunque su salud se deterioraba.
Los familiares del actor nacido en Saltillo, Coahuila, en 1934, indicaron que su cuerpo será cremado la mañana de este martes y sus cenizas descansarán en Puerto Vallarta.
Édgar Vivar, también de camino al funeral, señaló: “Roberto (Gómez Bolaños) fue mi maestro y mi mentor. Pero Rubén fue mi amigo”.