Farándula

Cranston: “Trump es un golpe a la cara”

El actor apuesta por Hillary Clinton en el camino a la presidencia de EU y dice que confía en que el sentido común prevalezca

Luego de Breaking Bad, estuvo nominado a un Oscar este año por su trabajo en la película Trumbo (JORDAN STRAUSS. AP)
23/05/2016 |23:01Cristina Pineda |
Redacción El Universal
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“Si no quieres caer en la depresión te tienes que reír de ello”, dice Bryan Cranston. El actor que acaba de cumplir 60 años habla así de la candidatura de Donald Trump al pensar que es un golpe a la cara de los ciudadanos estadounidenses que aún están asombrados con sus discursos.

“No quiero unirme al himno de lo que Donald Trump representa”, expresa quien diera vida al mítico Walter White en Breaking Bad.

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“Él es crudo, de mal gusto y tiene la cabeza vacía. Es un narcisista supremo y no creo que eso esté sujeto a una disputa. Cualquiera que diga: ‘tengo las mejores palabras, valgo tanto dinero, soy gigante’ es como ¡Dios mío! Pero incluso yo le doy el beneficio de la duda de que ama a este país. Le creo, simplemente que estoy en completo desacuerdo en lo que respecta a cómo quiere mejorarlo”, dice el protagonista de la película All the way, que se estrena el 13 de junio por el canal HBO.

Pese a ello considera que su presencia es algo bueno para el sistema político porque ha despertado a personas como él, que no pueden pensar que llegue a la presidencia. Así pone todas sus fichas por Hillary Clinton, a quien apoya por representar la cordura, la consideración y buenas cualidades que admira del presidente Barack Obama.

“Tenemos a una persona de un programa de televisión y de reality que ahora está en la cima de los dos partidos. La gente inteligente prevalecerá, el sentido común será el que mande y él pronto será echado de lado y todos estaremos pensando ¿recuerdan eso cuando en 2016…? y esa es mi esperanza porque es verdaderamente el hombre que personifica al emperador sin ropa. No tiene ideas, flota con el viento, es una creación sobresaliente de lo que pasa aquí y el resto del mundo probablemente piensa ¿se volvieron locos? Pero nosotros también lo pensamos”.

Sus palabras coinciden con el movimiento de sus manos, así como en algunos golpes que le da a la mesa frente a la que está sentado. Vestido con saco y corbata sonríe justo después que hacen una advertencia sobre el tiempo que duraría la entrevista: “Oh, no. Cierra la puerta”, grita al personal en respuesta y entre risas.

Así sigue hablando de por qué hay millones de personas pensando en dar su voto a Trump. “Dice algo sobre el desencantamiento, gente que fue excluida, que se hizo de lado; eso es indicador de que tal vez los grupos políticos necesitan un cambio, escuchar a la gente y eso es un pensamiento válido”.

Más allá de Heisenberg. Cranston se considera un hombre trabajador desde joven, aunque el reconocimiento real le llegó al convetirse por seis años en Heisenberg (Breaking Bad). Por ello aprecia el éxito porque es una gran oportunidad, aunque lo que verdaderamente lo atrae es es el guión y después el personaje y el director.

“Me gusta Walter White pero cuando llegó a un punto extremo, ahí no me gustaba para nada, no lo quería llevar a mi casa. Es un mundo en donde te acostumbras a eso y sabes cómo meterte entre ese personaje, sabes cuándo tienes o debes salir de él y al final del día a White lo apago, lo dejo ahí, me voy a casa, respiro, me estiro, soy yo mismo, hablo con mi esposa, hago las cosas normales”.

Cranston contará una parte de sus experiencias de un libro primer libro A life in parts, que resume como una especie de autobiografía con historias cortas de su vida que agradece escribir, ya que es un personaje público y ha conocido a todo tipo de personas.

“Y cuando empiezo a escribir un libro estoy solo, lo cual hizo que lo disfrutara bastante. Simplemente revelo en él cosas de mi pasado, momentos verdaderos que me sucedieron y obstáculos que en algún momento me hicieron sentir inseguro, cosas de las que tenía miedo de mí mismo o algo gracioso que me ha pasado”.