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En Cannes se puede preguntar todo, sin censura, hasta lo más incómodo, como lo fue la interrogante que un periodista hizo a Pedro a mitad de la rueda de prensa de Julieta, cinta con la que el director manchego compite en el Festival: “¿Usted cree o teme que la controversia acerca de su participación en los Panama papers pueda afectar esta película?” Silencio sepulcral durante unos segundos en espera de la respuesta de Almodóvar.
“No entiendo muy bien la pregunta, porque me parece muy general, pero lo que sí te diré es que el problema es que en mi país, la prensa española, los políticos, ¡todos! Han tratado el caso de una manera muy parcial. Mira, si los Panama papers fueran una película te diría que se me está tratando como si en el filme yo tuviera el papel protagonista cuando en realidad soy sólo un personaje secundario, un extra. En los créditos finales de la cinta ni siquiera figuraría por la irrelevancia de mi personaje”, consideró.
El director también confesó que algo que lo afecta mucho es sentir que está envejeciendo. “No es que me sienta un viejo pero estoy en ello y estoy de acuerdo en lo que decía Philip Roth acerca de que ‘la vejez no es una enfermedad sino una masacre’.
“De ese modo es como yo siento el paso del tiempo. Y por ejemplo, nunca hubiera podido hacer esta película antes de mis 60 y tantos años. Creo que con los mismos relatos habría hecho una película completamente distinta. No soy nostálgico y aunque quizás esto es una contradicción, echo mucho de menos mi juventud y la época que me tocó vivir que fueron los años 80”.
De por qué de la estética de sus películas, siempre tan coloridas y pop, respondió con una anécdota.
“Soy un chico de los años 60, con lo cual mi formación es el arte pop y todo eso me lleva a un colorido exagerado. Pero además siempre cuento esto porque creo que es lo más sincero que puedo decir y es que ya siendo mayor descubrí que mi madre había tenido que vestir de negro desde pequeña porque así lo imponía el luto. Ella vivió de negro desde pequeñita, desde que tuvo tres años y supe también que cuando me concibió vestía de ese color”.
La cinta, basada en un origen en la adaptación de tres obras de la escritora canadiense Alice Munro pero que luego toma un rumbo totalmente almodovariano, tiene tintes autobiográficos según Pedro.
“La verdad es que me identifico con todos los personajes de mis películas para bien y para mal y todos me representan. Julieta es muy distinta a mis filmes anteriores y la próxima película será muy distinta de Julieta. Lo que sí está claro es que las 20 películas de mi filmografía hacen una cadena de eslabones que me representan”.
Cero biografías. Sin embargo Almodóvar dijo que el hecho de que lo conozcan a través de sus películas no quiere decir que otros deban llevar su vida a un libro o una cinta. “He prohibido a todas las editoriales de mi país y del mundo que hagan una biografía sobre mí y también lo pondré en mi testamento. Nunca daré los derechos para hacer una biografía autorizada o no autorizada, ¡me horroriza! Y ahora quiero que todos se comprometan aquí en Cannes a que nadie nunca hará una biopic sobre mí, pero mis 20 películas hablan sobre mí”.
Pedro incluye de nuevo en su filme una desgarradora canción de Chavela Vargas, “Si no te vas”, en un momento crucial (también lo hizo en Tacones lejanos con la canción “Piensa en mí”).
De ello contó: “Quería hacer esta película del modo más contenido y pensaba no incluir ninguna canción, pero siempre estuvo presente la canción de Chavela porque su contenido podría haber sido un diálogo de la protagonista, en ese momento entonces me pareció pertinente que la voz de Chavela desencadenara la emoción contenida de toda la película y sobre todo una canción que dice, ‘si tú te vas, en ese instante muero’. Me parecía que eran las mejores palabras y sobre todo la mejor voz para decirlo, la de mi amiga Chavela”.