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La historia del teatro en México tiene en sus páginas más brillantes los nombres de mujeres destacadas como Virginia Fábregas, Esperanza Iris y Silvia Pinal, pero en la actualidad también hay un grupo de damas que buscan escribir su propio capítulo en los escenarios, como es el caso de Mariana Garza y Rebeca Moreno, productoras y responsables de diversos recintos.
Rebeca Moreno tiene como profesión la ingeniería industrial, pero el amor al teatro lo descubrió desde temprana edad cuando a los seis años la llevaron a ver un musical y supo en ese momento lo que quería hacer. Hace 22 años, cuando aún era inexperta, recibió una oportunidad que no podría despreciar, producir la puesta en escena La dama de negro, que hasta la fecha es una de las obras más exitosas pero que, confiesa, no fue fácil realizar.
“Fue difícil porque había pocas mujeres, ahora hay más. Los técnicos estaban acostumbrados a que los que mandaban fueran los hombres, por ejemplo, me decían “señor”, hay algunos que no les gusta que les mande una mujer, pero ahora el equipo técnico que tengo es maravilloso”.
Estar al frente de un teatro y producir obras tampoco ha sido sencillo para Mariana Garza, pero ha demostrado que no es imposible. “Afortunadamente somos una generación de trabajadoras; nos hemos llegado a topar con eso de que eres mujer pero hemos demostrado que lo sabemos hacer”, dijo en referencia a personalidades como Tina Galindo, Fela Fábregas e Itari Marta.
Ella cuenta con un respaldo importante, su esposo Pablo Perroni, con quien emprendió la aventura de edificar el Teatro Milán, al que le invirtieron siete años de trabajo. “Si no tuviéramos ese amor y pasión genuina a lo que sucede cuando se abre el telón, sería muy difícil aguantar la cantidad de cosas que hay en medio”.
Mariana señaló que su esposo siempre sale en su defensa cuando alguien duda de su capacidad para su tarea como mujer de teatro y de negocios.
Pero el asumir este rol no está excento de sacrificios; es por eso que Rebeca considera que no hay muchas mujeres haciendo teatro. “Yo soy soltera, pero creo que si fuera casada sería muy complicado, porque no tengo horarios y nunca estoy en casa; cuando empecé a hacer teatro me decían que las mujeres decentes llegaban a su hogar antes de las 10 de la noche. Admiro a las que pueden tener hijos, hacer teatro y estar al pendiente (como Julissa o Angélica Ortiz)”.
Garza cuenta: “En mi caso he combinado ser madre con los proyectos que tienen ver con mi parte de actriz, cantante y empresaria. Disfruté ser mamá; no he sufrido ser mujer, me considero una afortunada”.