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jose.montoya@eluniversal.com.mx
Existen cosas de las que no todas las personas son fan como lo son el futbol, bandas musicales o algún programa de televisión, pero existe una a la cual todos somos atraídos inevitablemente: las películas. La razón, aunque pudiera parecer muy elaborada es en realidad muy sencilla y es por el simple hecho de que a todos nos gusta ver en la pantalla grande una historia que nos inspire, algún actor o actriz personificando un papel e incluso, por la simple razón de que seamos adictos a algún género particular.
Este último punto es el que nos da un abanico de posibilidades para disfrutar de diferentes relatos, ya sean de drama, terror, ciencia ficción, históricos y hasta libros que se convierten en clásicos cinematográficos. Ejemplo de ello es La casa de los espíritus, la primera novela de la escritora Isabel Allende y que en su adaptación al cine contó con la participación de grandes figuras en la meca del cine como Meryl Streep, Jeremy Irons, Glenn Close, Antonio Banderas y Winona Ryder.
Visto de esa forma, el poder del cine es cautivante, arrebatador y logra tocar las fibras emocionales de todo aquel que lo ve. Por ello, cuando unos premios como los liderados por esa estatuilla dorada están a la vuelta de la esquina, la vena cinéfila aparece en nosotros y por una noche todos nos volvemos expertos en cine, apostando por aquellos que creemos que serán los ganadores.
No es para menos, estos premios tienen una larga trayectoria que data desde 1929, año en el cual fue celebrada la primera ceremonia de los premios de la Academia y en la cual sólo 15 estatuillas fueron entregadas. Muchos rubros se han ido añadiendo a la lista en la cual la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas se encarga de evaluar y votar por el trabajo que abarca desde actores, hasta guionistas, directores y vestuaristas, entre muchos otros rubros.
¿Sabías que en un inicio los ganadores eran anunciados con tres meses de anticipación o que el actor Emil Jannings fue la primera persona en recibir este reconocimiento?
Son muchos los datos que rodean la creación de estos premios que abarcan desde su nombre, Oscar, de dónde surgió la idea de que así fuera el premio y hasta el hecho, que pocas personas conocen, de que ninguna persona puede vender un premio Oscar sin antes ofrecérselo a la Academia por la módica cantidad de un dólar, porque aunque suene difícil de creer, han sido varias las personas que han intentado hacerlo.
La ceremonia de este año, a celebrarse el domingo 28 de febrero en el Teatro Dolby en Los Ángeles, California, albergará aproximadamente a 3 mil 300 asistentes y si de algo estamos seguros es que dejará a más de uno con la boca abierta, ya que si algo tienen además de glamour, es que generan controversia.
Como antesala a esta entrega, buscamos lugares en la capital donde podrás disfrutar del séptimo arte de una manera diferente, ya sea que estés buscando dónde ir con tus amigos para hacer su quiniela y otros donde te sentirás hasta en una escena de Vaselina.
Si quieres conocerlos sólo deberás decir: corte, cámara y ¡acción!