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La cantante británica Adele indicó ayer que no quiere que el precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump utilice una de sus populares canciones para promocionar su campaña electoral.
El polémico empresario estadounidense, cuyo slogan para promocionar su candidatura a la Casa Blanca es “Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo”, utiliza como fondo la canción “Rolling In The Deep”, perteneciente a su segundo álbum, 21, de la exitosa solista londinense.
“Adele no ha dado su permiso para que se utilice su música en ninguna campaña política”, confirmó ayer la portavoz de la cantante a los medios británicos.
Numerosos seguidores de la artista expresaron también su malestar por estos hechos, con comentarios en Twitter, en los que algunos se mostraban “ofendidos en nombre de Adele”. Durante un mitin que Trump celebró en Lexington, en Carolina del Sur, el conocido tema de Adele comenzó a sonar cuando el político se disponía a subir al escenario a pronunciar un discurso, lo que motivó que un corresponsal de la BBC británica en EU expresara su extrañeza, también por la red social.
El magnate, que ha generado controversia con comentarios antiinmigración e islamófobos, es seguidor de la música de Adele. No es la primera vez que Trump tiene problemas al escoger la música de sus mítines políticos. El pasado año fue el cantante de Aerosmith, Steven Tyler, quien obligó al ejecutivo a dejar de usar su canción, “Dream On”.