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Ganar un Globo de Oro, Oscar o Grammy le asegura en ocasiones al acreedor más trabajos, ya sean películas, discos o conciertos, pero eso no significa que sea la persona más popular o querida por el público.

Para muestra el caso Kim Kardashian. La socialité no ha tenido que trabajar con Martín Scorsese, Steven Spilberg o Francis Ford Coppola para ser adorada por millones en todo el mundo; ni siquiera ha buscado una carrera musical como su marido Kanye West para liderar descargas en iTunes.

Es más, ni siquiera ha hecho labor humanitaria en países pobres del mundo como Madonna o Angelina Jolie para ser portada de revistas y encabezar los rankings como una personalidades más poderosas e influyentes.

Para el asesor en Imagen Pública Alvaro Gordoa, hoy en día las redes sociales que usan los famosos son su arma principal para hacerse populares y cómo las usan puede ayudar o perjudicar sus carreras.

“Kim Kardashian es más visual y sus fotos son su fuerte, tanto porque muestran su estilo de vida como su atractivo visual. A diferencia de alguien que tiene una carrera como Katy Perry, cuyos seguidores son nativos digitales y consumen información a través de Twitter”, explicó el experto.

Sea la celebridad que sea, el objetivo es el mismo: compartir para que se hable de ellos y así estar presente en el mundo de las personas.

“Hoy en día entre más seguidores tienen o más likes les dan, ellos se pueden vender mejor y tienen oportunidad de acceder a más y mejores ofertas de trabajo”, añade.

Quizás eso explique cómo Kim, quien suele mostrar su lujosa y aspiracional vida con provocadoras y sexies imágenes de ella, tiene más seguidores que Madonna, quien es desde hace tres décadas uno de los iconos musicales por excelencia.

“A veces muchas de estas celebridades, como el caso de Kim, saben que estos medios son perfectos para provocar, para estar en el centro de la atención y que así se siga hablando de ella, lo que evidentemente le conviene porque la vuelve redituable”, dice Álvaro.

La mayoría de los famosos dice que gracias a las redes sociales están más cerca de sus fans y además se han derrumbado las murallas que en algún momento volvían inalcanzables a las celebridades.

La Chica material este año ni siquiera figura en la lista de los famosos más seguidos en Twitter e Instagram, pues apenas tiene un millón y 5.6 millones de seguidores en cada una de sus respectivas cuentas.

Sin importar qué tanto haga en sus redes, Madonna no logra figurar en los primeros sitios en los que se encuentran personalidades como Taylor Swift (61.7 en Instagram y 68.8 en Twiitter) o Kim Kardashian (56.5 millones en Instagram y 38.6 en Twitter).

En su “vida pública”, la intérprete de “Like a virgin” habla poco de su familia, pero en el ciberespacio se desvive en postear fotos de su hijos Lola, David y Rocco, aunque con este último actualmente tiene problemas familiares.

Lo cierto es que el número de seguidores logra un cantante o un actor o un artista les ha dado el poder de ser influyentes, tanto es así que la revista Forbes hace una lista de los famosos con mayores seguidores en las redes como Twitter.

En 2015, Katy Perry fue la que tuvo más followers (36.8 en Instagram y 80.3 en Twitter), seguida por Justin Bieber (52.4 en Instagram y 72.8 en Twitter).

Lady Gaga llegó a ser la reina de esa red social, pero desde que cambió de género musical fue desbancada.

Otras que se estancaron fueron Rihanna, Britney Spears, quien ha estado activa en los escenarios, y Shakira, la artista latina más influyente, quien lanzó un álbum de estudio en 2014, previo al nacimiento de su segundo hijo Sasha. Todas han sido “aplastadas” por Perry, aunque la intérprete de Barbados podría remontar este año con su disco ANTi.

Miley Cyrus, quien a fines de 2014 presentó su más reciente disco, publica en Instagram imágenes que suelen causar controversia: fumar mariguana, hacer artesanías con brillantina o la fiesta a la que asistió casi desnuda, pero todo esto no fue suficiente para en 2015 lograra el primer lugar: 34 millones en Instagram y 25.3 en Twitter; se quedó casi a la mitad de Swift en Instagram y a casi la tercera parte de Katy Perry.

Su vida personal, a las redes. Compartiendo frases motivadoras, alguna situación que les haya encantado o simplemente un día familiar, los famosos usan los 140 caracteres para acercarse a sus seguidores. Las artistas mexicanas Thalía (3.3 millones en Instagram y 8.14 en Twitter) y Paulina Rubio (480 mil en Instagram y 10.8 millones en Twitter) son un ejemplo.

“Con las redes ellos se hacen más parte de mi vida, incluso tenemos dinámicas entre nosotros para que sigamos en contacto y en cercanía”, ha dicho Thalía, quien al principio era muy cuidadosa de no mostrar a su hijos en las redes sociales.

Incluso la intérprete de “Equivocada” no suele acudir a grandes eventos con sus pequeños hijos, pero en las redes sociales ahora es común ver a Sabrina y Matthew en sus actividades cotidianas.

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