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Rafael Araneda es uno de los chilenos más mexicanos, en gran medida por la proyección que ha tenido en la pantalla de TV Azteca como conductor de diversos programas, entre ellos, Sí se puede, show que se encuentra en su etapa final y que ha significado mucho para el conductor.
“Es un formato que a mí me encantó desde que me lo presentaron, el rol del conductor es muy activo a diferencia de otros, es por eso es que acepté este desafío, a mí me implicaba un reto llevarlos al extremo, motivarlos”, cuenta.
Actualmente concluyó las grabaciones del programa (que llegará a su final este 12 de diciembre) y se encuentra de vuelta en Chile junto a su familia, ya que reconoce, es una persona muy hogareña y aunque le gustaría vivir en México, como su madre se encuentra en Chile, prefiere que su familia se mantenga unida allá, pero cuando pasa largas temporadas aquí, disfruta de la ciudad.
“Me gusta Chapultepec, todo ese lugar, los alrededores, porque además vivo por ahí cerca cuando estoy en México. Corro por los parques, por los bosques, son mis lugares y lo hago con mi música”.
Recientemente tuvo la oportunidad de estar en Bellas Artes, lugar ubicado en el corazón de la ciudad que le encantó.
Esta Navidad, Araneda disfrutará en familia, pues dijo, se irá con su esposa, hijos y mamá a visitar a una de sus hermanas al sur de Chile, un lugar lleno de lagos sin televisión, Internet y cosas por el estilo.
Dentro de sus planes para 2016 se encuentra la conducción por sexto año consecutivo del Festival Viña del Mar en donde participarán Eros Ramazotti y Alejandro Sanz y posiblemente —aún no ha cerrado nada— nuevos proyectos con la televisora del Ajusco.
“Quedamos de evaluar (Con Azteca) un par de proyectos, tengo que platicar al respecto con los ejecutivos, hay cambios, hay nuevos proyectos y en algún momento cuando sea el momento lo sabremos”, platicó Araneda.
Una de las actividades que el presentador desempeña en Chile es la realización del Teletón en este país. Sobre las críticas que este formato ha tenido en México, comentó: “En mi país también tiene detractores pero yo siempre observo el lado positivo de la obra, la función es inmensamente más grande que todos los errores”.
