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janet.merida@eluniversal.com.mx
Marisa Moreno Bernat llegó el 19 de septiembre al hospital inconsciente, con 200 fracturas en el rostro, trauma facial y esguince cervical. Su aún esposo (ahora está en proceso de divorcio) la golpeó. No era la primera vez.
Hace un mes, Yered Licona, “La Wanders Lover” también fue llevada al hospital con una herida en la frente y golpes en el rostro. Su ex esposo y padre de su hija, el cómico Radamés de Jesús, se había ido sobre ella en un arranque de furia tras una discusión. Tampoco era la primera vez que se enfrentaban violentamente.
Estos son los casos más recientes de violencia que han sufrido algunas famosas por parte de sus parejas pero no los únicos, lo que demuestra que, incluso si gozan de prestigio o dinero, las personalidades del espectáculo son tan vulnerables como cualquier mujer. De acuerdo con la última encuesta realizada entre el Inegi y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) en 2011 casi la mitad de las mexicanas (43%) ha sido víctima de algún tipo de violencia por parte de sus parejas actuales o recientes.
La psicóloga Susana Díaz Sadoval, responsable del proyecto Salud Mental y Emocional del Inmujeres, considera que la violencia no comienza en el entorno de pareja, pues es más bien un asunto estructural que tiene que ver con los estereotipos que se han construido alrededor de las mujeres, que tienen que ser sumisas, abnegadas, estar al cuidado y crianza de los hijos, mantener una actitud pasiva en su relación con los demás y colocarse en posición de vulnerabilidad.
“Pareciera que a veces la violencia se asocia solamente a un nivel socioeconómico bajo o un tipo de educación o formación, pero no es necesariamente así, la violencia transgrede los derechos humanos de las mujeres, independientemente de su edad, nivel socioeconómico, credo, formación académica o lugar de donde vive”.
Consecuencias. Física, emocional, psicológica, verbal, económica o patrimonial, la violencia ejercida hacia una mujer puede llegar a ser fatal, como ocurrió con la bailarina brasileña Amanda Bueno, conocida como La novia del mundial.
Una cámara de seguridad registró meses atrás el momento en el que su pareja se va sobre ella en el patio de su propiedad, le agarra la cabeza y comienza a azotarla en repetidas ocasiones contra el concreto hasta dejarla inconsciente. No conforme con ello, la remató a balazos.
“Violencia tiene que ver con un abuso de poder de una persona sobre otra, donde los varones están en un lugar más privilegiado”, señaló Susana.
Algo más fuerte ocurre con las mujeres que trabajan en el medio de espectáculo, ya que están inmersas en una reproducción constante de estereotipos: son vistas como objeto sexuales, por ejemplo.
“Cuando eres una mujer pública te exigen tener una imagen muy específica para poder tener trabajo”, analiza la especialista.
“Esta expectativa de lo que tienes que mostrar en función de tu cuerpo hace justamente que empieces a mirar que dependes de los demás, de su reconocimiento; entonces empiezas a perder la idea de quién eres; dejas de autocuidarte. Viven acoso sexual, violencia laboral, y muhcas otras cosas”, explica Díaz Sandoval, quien parece estar retratando los casos de Rihanna (golpeada por su novio Chris Brown), Madonna (que fue violentada por Sean Penn), Silvia Pinal (maltratada por Enrique Guzmán).
Muchas de ellas, por cierto, callaron por años su sufirimiento e incluso perdonaron a sus agresores. Durante la conferencia ofrecida esta semana por Mario Moreno Ivanova, padre de Marisa Bernat, se habló del tema. “Hay que platicar mucho con Marisa —dijo el hijo de Cantinflas—. Tiene que entender que no puede existir el perdón a un criminal, un monstruo como este tipo; tiene que convencerse de que la próxima no la va a sobrevivir”.