La actriz Jennifer Lawrence también se quejó del sexismo imperante en Hollywood y escribió un ensayo acerca del tema. El texto fue publicado en Lenny, sitio de la actriz Lena Dunham sobre temas de feminismo.
Aunque Jennifer había rechazado hablar del tema porque no le agrada “subirse” a conversaciones de tendencia, finalmente aceptó la propuesta de Dunham. “Quiero ser honesta y abierta y, cruzo los dedos, no molestar a nadie”.
Por supuesto, tocó el asunto de las diferencias salariales en Hollywood, algo que descubrió luego del hackeo a Sony.
“Cuando ocurrió el hackeo a Sony y me enteré cuán menos me pagaron que la afortunada gente con penes, no me enojé con Sony. Me enojé conmigo. Fallé como negociadora porque me di por vencida antes de tiempo, no quería seguir peleando por los millones de dólares que francamente, debido a dos franquicias, no necesito”.
Sin embargo, Jennifer se sinceró y dijo que en el fondo había una sensación de querer agradar y no parecer una persona difícil. “En ese momento me pareció una idea fina, hasta que vi la nómina de sueldos en Internet y me di cuenta que todos los hombres con los que estaba trabajando definitivamente no se preocuparon acerca de ser ‘difíciles’ o ‘mimados’”.
Considera que el hecho de no querer verse como una persona difícil es un rasgo de su carácter, pero no cree ser la única mujer en esa situación, sobre todo después de ver las estadísticas. “¿Podría haber aún un hábito persistente de tratar de expresar nuestras opiniones de una forma en que no “ofenda” o “asuste” a los hombres?”
Relató que hace semanas en el trabajo estaba expresando una opinión de manera tranquila, sin agresiones y el hombre con el que trabajaba le reclamó como si le estuviera gritando. “Estaba en shock porque nada de lo que dije fue personal, ofensivo o, para ser honesta, equivocado. Todo lo que escuché y vi ese día eran hombres expresando sus opiniones y doy la mía de la misma manera, y tú pensarías que estaba diciendo algo ofensivo”.
Lawrence dijo que ya no buscará la manera “adorable” al expresar opinión y aún ser agradable.
