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“Gordito”.
No cabe duda de que la vida da muchas vueltas, y eso lo sabe bien Henry Cavill. El actor, que hoy tiene todo el éxito del mundo y que en poco tiempo estrenará la nueva película de Supermán, reveló que su vida nunca ha sido un lecho de rosas, pues cuando iba a la escuela no tenía el cuerpo de ahora y era muy criticado por ser “gordito”. “Me decían Fat Cavill. Tenía kilos de gordura”, comentó el actor, a quien le costó mucho trabajo superar la etapa escolar a causa del bullying de parte de sus compañeros. Henry confesó que en muchas ocasiones lo molestaban tanto que llamaba constantemente a sus padres por teléfono desde la escuela para que fueran por él: “Había mucho llanto en el teléfono con mis padres, por lo menos tres veces al día”. En aquel entonces recurrir a la comida era la única manera de sentirse mejor, Con el tiempo esto cambio, y se convirtió en el exitoso actor que hoy conocemos.
Fuerte y pacificadora.
Christina Hendricks reconoce que fue gracias a su madre que ella pudo forjarse un carácter fuerte y a la vez pacificador, pues le enseñó a resolver los conflictos de manera civilizada y sin peleas, algo que le agradece. “Mi madre es una mujer amable. Si ella me veía a mí ser mala, me llevaba aparte y me hablaba de manera razonable. Mi madre me enseñó cómo discutir de manera calmada y paciente, y cómo escuchar más”, expresó la actriz. Justamente cuando iba a la escuela tuvo que aprender a salir adelante, pues sus compañeros la molestaban mucho: “Tuve la peor experiencia de instituto posible. Teníamos una zona de taquillas y siempre que iba a sacar libros de la mía la gente se sentaba encima y me escupía. Me teñí el pelo de morado y me volví gótica. Quería demostrar a esos acosadores que yo era diferente de ellos, que no creía en el bullying, que no comulgaba con los valores que ellos vivían”.
Feliz en los 40.
Mientras hay personas a quienes les gustaría retroceder en el tiempo y volver a ser jóvenes y aventureros, a Drew Barrymore simplemente le gusta estar en los 40 y no lo cambiaría por nada. “Yo con 20 era una persona muy segura de mí misma. Era valiente porque no pensaba realmente en nada, simplemente era. Ahora soy mucho más conservadora, especialmente desde que soy madre. Si me dieras la oportunidad de volver atrás en el tiempo, no la aceptaría. Nunca me avergonzaré de quien fui, pero me encanta lo tradicional que me he vuelto”, aseguró la actriz. Drew tiene dos hijos y tiene unas vida muy estable junto a su marido, Will Coppelman, y aunque por ahora no tienen planes de aumentar la familia, tampoco lo ve como una mala idea: “Cambias para siempre. Es un nuevo tú y un nuevo grupo de montañas que escalar. Son maravillosas pero es terreno nuevo. Ahora mismo estoy bien”.
Regalo de aniversario.
Apenas hace unos días celebraron su noveno aniversario de bodas, y ya hubo un detalles que empañó estos días de felicidad. Resulta que mientras Keith Urbano está de gira, y Nicole Kidman en casa cuidando a sus hijas, una revista publicó fotos del cantante junto a la intérprete de country Kelsea Balleri, que pese a no ser comprometedoras como tal, sí despertaron sospechas en la actriz, al grado de que dicen sus amigos, lo llamó de inmediato para hacerle algunas preguntas al respecto: “Estaba furiosa. Llamó a Keith en cuanto lo oyó y exigió saber con qué mujer había estado dando vueltas en autobús. Nicole lo estuvo interrogando hasta que finamente admitió que la cantante había ido a visitarlo. Ella preguntó qué había pasado y él respondió que sólo habían estado hablando de cómo había ido su actuación. Además él insistió en que el encuentro fue estrictamente profesional algo que ya no se cree”.