Más Información
Entre lágrimas, Avril Lavigne contó su dramática experiencia con la enfermedad de Lyme, una infección causada por la bacteria Borrelia burgdoferi que, en el ser humano, se adquiere a través de la picadura de una garrapata.
Parálisis muscular, inflamación en las articulaciones, problemas neurológicos, fiebre, dolor de cabeza, letargo, rigidez en el cuello y extremo cansancio son algunos de los síntomas de esta enfermedad, que suele tener un diagnóstico tardío por ser fácilmente confundida con estrés o con otras dolencias menos virulentas.
Sin embargo, Lavigne no es la primera figura en desarrollar la enfermedad de Lyme. Uno de los casos más famosos y recientes fue el de Thalía, quien la contrajo en 2008, mientras ejercitaba al aire libre. Su testimonio fue contundente: "A los seis meses le dije a mi marido: 'Ven a verme hoy porque este es el último día que estoy de pie y con vida. Siento que voy a morirme ya'. Es que es terrible, no puedes controlar el dolor de ninguna forma. Además, es una enfermedad que te ataca a todos los niveles: a veces pierdes el habla, afecta a tu cerebro y casi no puedes moverte. Ni siquiera levantarte de la cama. Pero es una enfermedad que se puede tratar con éxito si uno se informa bien y sigue a rajatabla las indicaciones de los médicos", contó la cantante mexicana.
Ashley Olsen, una de las mellizas que conoció la fama gracias a la serie Full House, también atraviesa un complicado momento tras contagiarse de Lyme. Al parecer, el diagnóstico llegó con un cuadro muy avanzado de la infección, y eso tiene a maltraer a la actriz, de 28 años. Hace unas semanas, por ejemplo, muchos se preguntaban por qué la joven se veía tan demacrada durante su paso por la red carpet de la Met Gala 2015; la respuesta, entonces, parece hallarse en los fuertes dolores corporales que debe padecer a diario.
Alec Baldwin le contó al New York Times que también padece la enfermedad, y aunque consiguió recuperarse casi al cien por ciento, hay una determinada época del año en la que debe lidiar con la fatiga. "Mucha gente cree que es depresión, pero no lo es", aseguró el actor. Algo similar le sucede a Richard Gere , que se contagió en 1999, justo cuando estaba por comenzar a filmar Otoño en Nueva York, junto a Winona Ryder. "Es una enfermedad terrible. Sentía que cada porción de fuerza se había ido de mi cuerpo, me llevaba horas poder despegar mi cabeza de la almohada", contó hace algún tiempo.