Más Información
Osiel Cárdenas, exlíder del Cártel del Golfo, recibe auto de formal prisión; enfrentará juicio por homicidio
Jóvenes mexicanos pasan más de 2 mil horas al año en el teléfono; OCDE alerta sobre su impacto en la salud mental
Sergio Gutiérrez Luna destaca aprobación de 25 reformas en la 66 Legislatura; "Un logro histórico para la 4T", señala
Secretario de Agricultura reafirma defensa del maíz blanco; "Seguiremos apoyando la producción nacional no transgénica", afirma
¿Maíz transgénero? Rubén Rocha corrige desliz durante discurso en Sinaloa; destaca importancia del maíz blanco
Sheinbaum asegura apoyo total a Sinaloa para enfrentar violencia; "Nunca los vamos a dejar solos, aquí está la presidenta"
Para muchos fue la muerte tardía y definitiva del punk: Los Sex Pistols, junto a The Clash la banda más emblemática en la historia del género contestatario por excelencia, parecía borrar de un plumazo su historia antisistémica facilitando la portada de uno de sus discos para una tarjeta de crédito.
Tal cual, la carátula de Never Mind the Bollocks convertida en instrumento de intercambio y endeudamiento licenciado por el banco Virgin Money. Sin embargo, el recordado frontman de la banda, John Lydon, se lo toma con relajo. "Es un piropo fantástico, estoy encantado".
"Podrían haber puesto a un montón de gilipollas, pero ponerme en una tarjeta es divertidísimo", agrega el cantante, quien además repasa la escena musical actual, asegurando que no tiene "ningún interés" en ella.
Sin embargo, en estos días vuelve al ruedo, de la mano de un décimo álbum de estudio junto a su banda Public Image Ltd. (PiL).
En Los Ángeles, donde reside, el icono de la revuelta punk aún deja entrever algo del viejo Johnny Rotten de los años setenta. "Soy un anarquista accidental", confiesa sin nostalgia a sus 59 años, décadas después de haber saltado a la fama con los Sex Pistols gracias a la canción "Anarchy in the UK". Ahora, en su nuevo trabajo, reaparece un Lydon más comprensivo, menos airado, algo que se refleja incluso desde el título de su última obra: What the world needs now... (Lo que el mundo necesita).
"Hay tres puntos suspensivos... Es una frase inacabada. Lo que quiero es que el que compre el álbum rellene el espacio y termine la frase de acuerdo con su experiencia de vida. No sé lo que el mundo necesita, pero hace falta comunicación", aclara con seriedad.
Grabado en el Reino Unido, el álbum saldrá a la venta el próximo 4 de septiembre, y en él Lydon mostrará no sólo un diseño de carátula con su firma, sino además sus avances como compositor y letrista.
Otros de sus aspectos, en tanto, quedarán expuestos en "La Ira es la Energía", su tercera autobiografía, cifra llamativa, pero que Lydon, explica en su deseo de que "la gente entienda qué ha sido lo que me ha motivado, la fuerza de mi vida. Se ha escrito mucho sobre mí y tengo que corregir lo que un montón de gente ha dicho".
Los siete meses en coma en que lo puso una meningitis, y nuevos disparos contra Malcom Mclaren (ex manager de los Beatles), los Beatles, Vivienne Westwood y muchos otros, forman parte de los capítulos de estas memorias.
Sin embargo, esas líneas es lo poco incendiario que le va quedando, ya que prefiere mostrarse optimista y gozar de su trabajo. "He mejorado como persona, no soy diferente, pero soy mejor persona", afirma.
Claro que algo del viejo Rotten asoma nuevamente cuando habla del reciente triunfo de David Cameron en el Reino Unido: "No sé cuántas veces hay que recordar a la gente de que si votan a los conservadores, se va a acabar con la seguridad social, el trabajo y la vivienda. Eso es exactamente lo que la gente ha votado otra vez. En esta vida uno recibe lo que se merece y si uno continuamente vota a un gilipollas, en un gilipollas se convertirá".
rqm