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El 17 de mayo de 2014 no es un día agradable de recordar para Mick Jagger. En esa fecha, su novia L'Wren Scott, una connotada diseñadora de modas, decidía poner fin a su vida, en medio de rumores que hablaban de infidelidades y deudas cuantiosas.
Pero con su partida su nombre no ha estado más tranquilo. En lo positivo con la dedicatoria de conciertos que los Rolling Stones le han hecho, y otros actos en su memoria. En el otro lado, con los paparazzaeos a Jagger y el devenir de su empresa de modas, que finalmente no pudo con su ausencia.
Según confirman medios europeos, la firma homónima de Scott, a la que muchos tachan como el sueño de su vida, cerrará próximamente.
Según su director, John Hoffman, ya se solicitó la baja del registro de empresas británico, tras varios meses complicados en los que intentó salvar, sin éxito, la precaria situación financiera en que la marca se encontraba.
Scott, quien comenzó como modelo, se dedicó luego al negocio de la moda, en el que llegaría a brillar en este siglo, vistiendo a celebridades tan relevantes como Nicole Kidman y Penélope Cruz en la ceremonia de los Oscar, tras mudarse a Los Angeles. Su primera línea de vestuario salió en 2005, y en 2007 debutó en las pasarelas de Londres.
El año pasado, y a partir de una deuda cercana a los US$ 6 millones en su empresa, habría entrado en depresión, lo que la llevó a terminar con su vida, a los 49 años. La diseñadora mantenía una relación con Jagger desde 2001.
rqm
