El tour Cena Para Desayunar de Kalimba llenó de baile y éxitos al Pepsi Center, lugar que el cantante eligió para celebrar su aniversario número 10 con invitados como Samo.

Luces moradas y blancas lo alumbraron a su salida a las 21:10 horas cuando, vestido con pantalón y saco negros acompañados de una camisa azul, comenzó su repertorio con guitarra en mano en el tema “Viernes”, “Jamás” e “Inevitable”.

Sin quitarse sus lentes oscuros saludó a su público antes de interpretar “Dime que no” y “Sólo déjate amar”: “Estoy agradecido con todos y cada uno de ustedes, así me siento en este momento; estoy muy entregado porque quiero ser el mejor artista que puedan ver en el escenario, ustedes merecen eso con este tiempo y el apoyo que hemos logrado juntos. El mensaje que quiero dar a lo largo de este show es que los amo, son maravillosos, especiales y grandiosos”.

Sus ocho bailarines entraron al ritmo de “Estrellas rotas”, su nuevo sencillo, cuando el romanticismo se convirtió en más bailable y despertó tanto aplausos como cánticos.

“Mi música no es el fin de lo que yo hago, es el medio y mi fin es Dios. Hace tiempo le dije ‘llévame’ y no me contestó sacándome de los problemas, les consta, porque me ha metido en muchos, sino con amor en mi corazón”, dijo al momento de poner voz a “Antes de ti”, canción cristiana.

Invitado

En su primer concierto estuvo con él y 10 años después Kalimba decidió compartir de nuevo el escenario con Samo, a quien recibió con un efusivo abrazo y hasta elogió su vestuario que constó de una camisa dorada y su característico sombrero. Así dieron lugar a uno de los instantes claves de toda la velada con las esperadas “No me quiero enamorar” y “Tocando fondo”.

Una fiesta hizo con los acordes de “Vasos vacíos”, cover de Los Fabulosos Cadillacs, junto a cuatro músicos y tres coristas para después cumplir su promesa de bailar una coreografía cambiándose a una camisa más cómoda en “Lat’n party”.

Más tarde, en un cambio completo de estilo, llegó el turno a versiones acústicas de “Tú tienes un lugar”, “Mi otro yo” o “Se te olvidó”. Con uno de los grupos que les abrió haciendo los coros, Los Savignon, siguió “No puedo dejarte de amar” y “Este frío”.

Luego, Kalimba se puso detrás de los tambores para mostrar su talento de percusionista en “Juntos caminando”, una peculiar salsa que hizo mover a los presentes y con la cual se despidió. Latidos de corazón proyectados en una pantalla gigante midieron los gritos para que volviera y finalmente lo hizo con “Ella baila sola”, “Duele” y “Un nuevo mundo sin ti” para irse pasadas las 23:00 horas.

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