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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
La corrupción y las fallas en la justicia mexicana fueron las grandes ganadoras del premio Ariel a lo mejor del cine nacional anoche, al triunfar la ficción La 4a compañía y el documental Tempestad.
La primera, sobre el grupo de reos de Santa Martha que en los años 80 era soltado por la noche para robar autos, logró 10 estatuillas, entre ellas Mejor Película y Actor, así como las llamadas técnicas Maquillaje y Vestuario.
“Esta es una película que habla sobre la libertad”, dijo Amir Galván, realizador del largometraje, aún sin fecha de estreno en salas.
“Este país está desapareciendo, las personas, las familias, las creencias, pero no el abuso del poder y los privilegios, desaparece el dinero a la educación y la cultura, pero no los altos bonos a los funcionarios y servidores públicos”, dijo Adrián Ladrón, ganador como Mejor Actor.
Tempestad, dirigida por Tatiana Huezo, ganadora en Documental y Dirección, tiene como eje a una ex presidiaria que demostró su inocencia y a madres de desparecidos.
“Es fuerte la sensación de desencanto, que el rumbo de México es irreversible y me pregunto si tiene sentido hacer cine, si lo que hago, sirve para algo”, dijo por su lado Huezo.
Ladrón compartió el premio con José Carlos Ruiz, por Almacenados.
“Esta ceremonia no se iba a llevar a cabo porque no había fondos y es una vergüenza porque hay tanto dinero que se va de las manos no sabemos cuántos, pero sí a dónde”, dijo Ruiz, aludiendo a la corrupción.
Adriana Paz obtuvo su Ariel por tercer año consecutivo, ahora en Coactuación Femenina por su trabajo en La caridad, mientras que Paco de la Fuente, quien tiene discapacidad intelectual, se alzó con el de Actor Revelación por El alien y yo.
“Gracias a mi mamá, porque sin ella no estaría yo aquí”, dijo el histrión.
Con pasitos musicales. Bailando sobre el escenario, con Ofelia Medina como su pareja, Isela Vega recibió su Ariel de Oro a la trayectoria.
“Son como 50 años ¿verdad?, ¡vaya!, pero sí es cierto, nunca he sabido ponerme la camisa de fuerza de los convencionalismos, no he podido, siempre aspiré a quitarme la inhibiciones, era para mí lo más importante en la actuación. Quería cantar, pero no podía fumar, entonces dije, aquí me quedo en la actuación”, bromeó.
En su agradecimiento recordó que México ya no es el mismo y “va para peor”, recordando que en su juventud podía salir del cabaret a las tres de la madrugada y tomar taxi sin miedo.
“Ahora ni salir”, exclamó, sin olvidar un discurso político, mencionando que hay monarquías en la política, donde sólo se heredan puestos.
Lucero Isaac, primera directora de arte en la historia del cine nacional y que ha trabajado en filmes como El castillo de la pureza, se mostró emocionada al recibir el Ariel de Oro por su trayectoria.
“Este es muy pesado para mí (la estatuilla), por eso le pedí a mi nieta acompañarme”, expresó Lucero de buen humor, al recibir su galardón.
La ceremonia arrancó con un solo de batería ejecutado por Mario Cruz García, quien estuvo todo el tiempo sobre el escenario y que fungió como telón musical entre nominaciones y entrega de estatuillas.
Alejandro Magallanes fue el responsable de hacer dibujos en vivo, que eran proyectados en la pantalla de la sala principal del teatro.
Dolores Heredia, presidenta de la Academia, cumplió su promesa de dar un mensaje conciliatorio.