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Durante años, confiesa Eduardo Noriega, la película El exorcista le dio miedo y hasta hace poco, no había podido verla con cierta frialdad.

“Es un maravilloso ejemplo de cómo el terror y los exorcismos católicos trascienden si la obra es buena.

“Mi secreto es que prefiero concentrarme en encuadres, en los trucos, efectos y así me distancio cuando no quiero asustarme más”, dice.

Lo que dice el actor español de Tesis y El espinazo del diablo toma relevancia, pues esta semana arranca el rodaje de La marca del demonio, donde interpreta a un sacerdote católica, relacionado con posesiones.

“Me gustan los personajes contradictorios, atormentados. Todo tenemos ángeles y demonios y en esta caso es un sacerdote católico exorcista que no ha sido aprobado por el Vaticano, clandestino y va a sellar una alianza íntima con un demonio antiguo”, detalla.

Para el personaje prácticamente se ha sumergido en largometrajes y literatura del género, algo que normalmente hace para todo trabajo.

“Ya vi Haxan (La brujería a través de los tiempos) de 1922 y leí a Gabriele Amorth, un exorcista que falleció el año pasado, me gusta tener todos los elementos posibles a mi alrededor que me ayuden”, destaca.

La marca del demonio significa su regreso a México tras diez años, cuando en 2006 participó en la producción estadounidense Vantage point, al lado de Forest Whitaker y Dennis Quaid.

“Estaba aquí, pero era producción de Hollywood, es completamente distinto ahora”, apunta.

Ahora se encuentra bajo las órdenes de Armando Casas (Un mundo raro) y encabezando un elenco integrado, entre otros, por Lumi Cazavos (Como agua para chocolate), Omar Fierro y el holandés Eivaut Rischen (Run coyote run).

También están Arantza Ruiz (La querida del Centauro) y la novel Nicolasa Ortizmonasterio.

“Hace dos años me invitaron al proyecto cuando estaba en el Festival de Cine de Guadalajara, leí el guión y me gustó, no podía dejar de trabajar en él”, indica.

“Dicen que pasan cosas cuando se hacen película así, hasta ahora no ha pasado nada, pero creo que son más mitos”, establece.

La marca del demonio se rodará en locaciones de la capital mexicana, incluyendo iglesias.

“La luz y la oscuridad van a convivir en la película, respetando las reglas del género”, comenta el realizador Casas.

Diego Cohen (Perdidos), Álvaro González Kuhn y Mónica Gorbea están a cargo de la producción a ser estrenada en 2018 y que contará con el sello del recientemente presentado Sindicato del Terror, grupo de creadores de terror que buscan incrementar la calidad de las cintas.

Con Alex de la Iglesia. Noriega espera el estreno de Perfectos desconocidos, comedia dirigida por Alex de la Iglesia (El día de la bestia).

Belén Rueda (El orfanato) y Juana Acosta (El cartel de los sapos) conforman el reparto.

“Básicamente es una cena de amigos de toda la vida y de repente uno de ellos propone un juego diabólico que consiste en darle vuelta a los móviles (entregar el propio a otra persona) y que todos se enteren de intimidades de cada quien.

“Sirve para hablar de nuestra relación con los teléfonos, nuestras relaciones en las redes y cómo hemos perdido esa identidad y no conocemos a la persona que está al lado”, explica Noriega.

El entrevistado debutó como escritor de cine en 2013 con el filme Presentimientos, con buenas críticas.

“Por ahora no hay más, aún tengo mucho como actor”, expone.

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