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La primera respuesta que Emma Suárez dio a Michel Franco cuando la invitó a Las hijas de Abril fue negativa, pues no conocía su cine; pero cuando leyó el guión y tras dos días de pensarlo por protocolo, la palabra cambió por un sí para interpretar a una mujer cuya hija está próxima tener a un bebé.

Ya en el set, la actriz española de Julieta (de Pedro Almodóvar) enfrentó dos cosas: un bebé real y manejar en varias escenas, actividad que la ponía mal, de acuerdo con ella misma.

Antes experimentó lo que nunca, convivir por varios días con sus compañeras de elenco, en una casa, para conocerse y entablar una química esencial para la pantalla.

“Fue una manera nueva para mí”, recuerda la actriz. “Después de hablar con Michel por teléfono hubo una relación estrecha y fue difícil no decirle que sí en ese momento”, narra.

Por decisión de la producción y el elenco se decidió que convivieran juntos en ese lugar sólo las actrices, sin intromisión de nadie más. “Me resultaba atractivo convivir así y crear ese mundo que no se ve en pantalla”, estima.

Emma apenas es diestra tras el volante pero en el guión había varias escenas así, incluyendo una que es enfrentamiento con la hija menor.

“Me provocaba mucho malestar”, recuerda divertida la actriz, “era manejar cuando yo no lo hago”.

“Pero todo eso ayudaba al personaje, a ver esa tensión, ese estado”, agrega.

Las hijas de Abril ganó en Cannes el premio especial del jurado. El filme se rodó entre noviembre y diciembre del año pasado y medio año después llega a cines, su estreno está programado para el 23 de junio.

Mamá de un joven, Emma volvió a sentir un pequeño entre sus manos, y era quien realmente marcaba los tiempos de filmación.

“Si me preguntaran si volvería a trabajar de la misma manera, sí, haría quizá cosas que yo mejoraría, pero la experiencia fue maravillosa”, destaca.

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