El excéntrico, impredecible y genial Jack Nicholson, con sus tres Oscar a la espalda, cumple hoy 80 años. Se ha convertido en uno de los actores de cine estadounidenses más exitosos, pero lleva ya una larga temporada alejado de las cámaras.
La última vez que apareció en la gran pantalla fue en 2010, en la comedia romántica “¿Cómo saber si es amor?”, con Reese Witherspoon. Sin embargo, solo tuvo un pequeño papel, por lo que sus fans se emocionaron cuando en febrero se habló de que la estrella de Hollywood podría volver con el “remake” estadounidense de la película germano-austriaca “Toni Erdman”.
Nicholson podría interpretar al estrafalario padre con dentadura postiza de broma, escribió la revista Variety. Aún no hay nada confirmado oficialmente, pero la directora alemana de la versión original, Maren Ade, confesó que le gustaría la idea.
Para ella, Nicholson es uno de los mejores actores, dijo a finales de febrero en Santa Mónica, después de ser premiada con un premio Independent Spirit por este filme.
“Hay tantas películas con él que me encantan”, dijo Variety citando a la directora. Ade aseguró que lo pasaría genial viendo un “remake” de su largometraje, pero apuntó que no se involucraría en él profesionalmente.
Poco se ha oído del seductor actor en los últimos años. Su última gran aparición en el escenario de los Oscar tuvo lugar hace ya cuatro años.
Su gran carrera cinematográfica en Hollywood comenzó con pequeños trabajos en la sección de animación de Metro-Goldwyn-Mayer.
Su primer papel importante fue el del abogado alcohólico George Hanson en “Easy Rider” (1969), una película de culto en la que Henry Fonda y Dennis Hopper interpretan a dos motoristas en busca de la libertad y aventuras.
Después participó en proyectos como “One Flew Over the Cuckoo's Nest” (1975), “El Resplandor” (1980), “Batman” (1989) y “Something's Gotta Give” (2003).
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