Cine

México hace, estrena y desecha películas

De 2010 a 2015 se hicieron 700 películas pero sólo 250 llegaron a la bóveda de la Cineteca Nacional y 13 a la de la Filmoteca. No hay ley al respecto

Unas 14 mil películas nacionales e internacionales son las que resguardan las bóvedas de la Cineteca Nacional en donde el clima es de 13 grados (ARCHIVO EL UNIVERSAL)
15/04/2017 |23:00César Huerta |
Redacción El Universal
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cesar.huerta@eluniversal.com.mx

Contrario a lo que pasa en España, Inglaterra, Francia o EU, las películas mexicanas producidas en el último sexenio, podrían desaparecer al no tener resguardo idóneo.

De 2010 a 2015, según se desprende del Anuario Estadístico editado por el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), se han producido 700 largometrajes entre documentales y ficción, pero sólo una tercera parte de ellos se encuentran en las bóvedas de la Cineteca Nacional y la Filmoteca de la UNAM.

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Mientras la Cineteca reporta arriba de 250 títulos ingresados en dicho periodo (extendido hasta 2016), en la Filmoteca únicamente se han recibido 13 hasta el mes pasado.

Del total, una quinta parte de los registrados, son documentales como El ingeniero, La piedra ausente y Un día en Ayotzinapa 43.

Entre los películas ya protegidas se encuentran A la mala, con Aislinn Derbez; Mariachi gringo protagonizada por Martha Higareda, No quiero dormir sola de Natalia Beristáin, Días de gracia con Tenoch Huerta y Colosio, el asesinato.

“Es muy poco lo resguardado”, dice Miguel Ángel Rencillas, subdirector de acervos de la Filmoteca.

“El problema básico es que el cine en un principio es una mercancía, muchos productores ven eso y, como tal, lo usan y desechan”, considera.

En México no existe una ley que obligue a productores a llevar su película a lugares especializados. Los fondos gubernamentales Fidecine y Foprocine sí especifican que las cintas hechas con sus recursos sean protegidas, pero el Eficine sólo recomienda que lo hagan.

Francia tiene su Centro Nacional Audivisual a donde van a dar todos los productos, incluyendo televisivos, que se hagan en el país galo.

Inglaterra cuenta con el British Film Institute, donde casi las 150 mil películas en su poder son locales y el American Film Institute tiene a su cuidado 60 mil filmes hechos entre 1893 a 2011.

“Lo que debemos crear es una conciencia sobre lo importante que es resguardar la memoria visual en esta sociedad”, expresa Rencillas.

José Alberto López, productor de Treintona, soltera y fantástica, tiene un resguardo personal digital de la cinta protagonizada por Bárbara Mori, pero desconocía que podía acercarse a los archivos mexicanos.

“Es necesario una campaña que promueva eso en toda la industria, para todos los géneros y contenidos”, comenta López.

“Creo que estamos fallando las dos partes, nosotros como productores no estamos investigando lo suficiente, pero también la información no nos está llegando”, apunta.

¿Lo digital salva? Si bien lo digital eliminó el transporte de estorbosas latas de 35 milímetros y todo puede guardarse en un disco duro, no es fácil su cuidado.

Estos, señala Rencillas, deben estar a una temperatura controlada de 14 grados y una humedad de no más del 20%.

“No se ha comprobado que en otras condiciones se hagan daño, pero luego la gente anda moviéndolos mucho y si se cae o se golpea puede dejar de funcionar, aquí es un sitio donde se cuidan siempre”, apunta.

La pérdida de cine no es nuevo. Se estima que en el mundo sólo existe un 5% de la producción silente, una época en donde no se esperaba que el séptimo arte durara.

El tiempo promedio en que los factores ambientales y la degradación del policarbonato van dañando un DVD o Blu Ray es de 7 a 10 años.

En Argentina el Laboratorio Nacional de Metrología y Prueba sometió a pruebas discos y comprobó que en tres años, el 15% de ellos ya eran ilegibles.

Pero un disco duro, con las condiciones idóneas, señala Rencillas, puede llenar esos aspectos.

“Viene con una serie de materiales, entre ellos el DPX que da alta resolución y de ahí pueden irse generando materiales futuros”, indica.

La productora Mónica Lozano es una de las que manda todos sus títulos como No se aceptan devoluciones a resguardo.

“ Y sigo creyendo que el digital lo tenemos que llevar al intermedio digital y al 35 milímetros que ahorita es lo único que me dice ha durado más de 100 años”, considera.