Madrid.— A Mark Hamill no le importa demasiado si The Last Jedi es él, es Snoke, Rey... o si hay varios. A él lo que le remueve la conciencia son los fans de Star Wars, de los que aún guarda una espinita en la Fuerza: la hostilidad con la que recibieron las precuelas y, sobre todo, las críticas que dedicaron a Jake Lloyd, el pequeño Anakin.

“No podía creer algunas de las cosas que escribieron sobre las precuelas. Quiero decir, más allá de ‘no me gustó’”, expresó Hamill en Vulture. “Todavía estoy enojado por la forma en la que trataron a Jake Lloyd. Ese chico tenía sólo 10 años e hizo exactamente lo que George (Lucas) quería que hiciera. Créeme, conozco ese diálogo anticuado”, se ha quejado.

Sin lugar a dudas, las mayores críticas que recibió La amenaza fantasma fueron hacia el joven Jake Lloyd y hacia el gungan Jar Jar Binks.

Además, a los seguidores no les gustó en exceso que la trama se centrara en política galáctica en vez de en Jedis exiliados y contrabandistas que disparan primero.

Hamill dice estar harto porque él pasó por un proceso parecido, dado que era un adolescente cuando asumió el papel protagonista en el Episodio IV y fue criticado por su actuación, pero, a diferencia de Lloyd, fue capaz de lidiar con ello. Además, el sempiterno Luke Skywalker también está en desacuerdo con la multitud de enemigos de las precuela, que dicen que “arruinaron a mi infancia”.

Para el actor, no hay nada malo en que no te gusten las películas, pero piensa que no tendrían que darle más vueltas y pasar página.

Hamill habló de que ninguno de esos filmes fue hecho por una sola persona, sino que fueron muchos los que tomaron numerosas decisiones.

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