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Mal empieza el año con Assassin’s Creed (2016), apenas tercera cinta del ex prometedor Justin Kurzel, tras su buen debut Snowtown (2011) y su pretenciosa y fallida adaptación de Hamlet (2015).
Ahora no aborda un notorio caso criminal de Australia ni una obra literaria. Traspasa simplemente al cine el juego de video homónimo: un viaje psicogenético a una España del siglo XV que sólo existe para lucimiento de la fotografía de Adam Arkapaw y el diseño de producción de Andy Nicholson (que se hizo célebre por Gravedad).
El guión a seis manos, al igual que otros filmes similares, cae en el mismo esquema: el personaje posee habilidades físicas para una tarea, supera varios obstáculos (“niveles” les llaman en los juegos) y obtiene una recompensa. Aquí, Cal (Michael Fassbender), asesino “enviado” al pasado vía máquina sofisticada, saltando a cada instante con idéntica habilidad artificial a la del juego, trata de recobrar una reliquia bíblica tan inverosímil como la película. Una lástima.
Este 2017 cintas similares hacen cola: Resident Evil, el capítulo final. Ojalá lo sea de verdad, igual que Transformers, el último caballero. Ambas preámbulo para Ghost in the Shell, cómic oriental, variación de esa eterna y fatigosa batalla entre el universo Marvel y el universo DC. Éste apuesta en grande por Wonder Woman, quien aparecerá solitaria en el verano y en el otoño formará parte de La liga de la justicia, cinta con baja expectativa ante el resultado de Batman vs. Superman, el origen de la justicia. Marvel responderá con Guardianes de la Galaxia vol. 2, la enésima encarnación de Hugh Jackman como Logan, la nueva entrega de Thor: Ragnarok, y el tercer reciclamiento del hombre araña, Spider-Man: homecoming, conformando el apartado que puede denominarse “más de lo mismo”, aunque es posible que haya por ahí una sorpresa como en 2016 lo fue Doctor Strange, hechicero supremo.
El reciclamiento no es exclusivo de los cómics: Disney, actualizando mitologías, estrenará la versión con actores de La bella y la bestia. La originalidad quedará de nuevo en la animación para títulos que parecen interesantes, como LEGO Batman, la película, la tercera Mi villano favorito, y The boss baby. En general son pocas novedades, como dos obras de Stephen King largamente esperadas: La torre oscura e It, probables cumbres del terror 2017 tras la escalofriante Fragmentado.
En el terreno de la aventura resucita King Kong en Kong: Skull island y los simios en Guerra del Planeta de los Simios, junto con La momia y los Piratas del caribe: los muertos no cuentan historias. Por ello las esperanzas están puestas en que la cinta musical resurja con fuerza en la única que hoy, viendo como pinta el año, se antoja como original y favorita para el Oscar: La La Land, una historia de amor.
También hay esperadas secuelas: Blade Runner 2049, Trainspotting 2, Alien: covenant, el episodio de rigor de Rápidos y furiosos y claro Cincuenta sombras más oscuras.
Asimismo, están probables candidatas a los premios del primer trimestre, Oscar incluido: Manchester junto al mar, Moonlight, la biografía Jackie. Otras que generan expectativa: Dunkerque, Silencio, y la primera superproducción chino-hollywoodense, La gran muralla; junto con Baywatch, La razón de estar contigo, Rey Arturo, la leyenda de la espada; Power Rangers, Aliados, Vivir de noche y otras más. El año cerrará con el Episodio VIII de Star Wars, que, como siempre, se pretende sea un acontecimiento. A ver si no acaba en decepcionante Assassin’s Creed. Del cine mexicano ni hablar ante los magros resultados de 2016.