Junto con Gene Kelly y Donald O’ Connor, la actriz Debbie Reynolds hizo historia en 1952 con el clásico musical Cantando bajo la lluvia.
Pero fue hasta más de una década después, con otra película de género, Molly Brown, siempre a flote, que se hizo acreedora a una nominación al Oscar en 1964.
Debbie, conocida también por ser la mamá de Carrie Fisher (La princesa Leia en Star Wars), falleció tras sufrir un derrame a los 84 años de edad, prácticamente un día después del deceso de su hija.
Nacida con el nombre de Mary Frances Reynolds en 1932, a los 16 años consiguió ganar un concurso de belleza y, con ello su entrada al llamado séptimo arte.
Para Cantando bajo la lluvia no fue aceptada inicialmente por Kelly, pero se lo fue ganando gracias a su simpatía y profesionalismo.
En algún momento conoció al actor Eddie Fisher (procreando a Carrie), quien la abandonó tras cuatro años de matrimonio para sostener relación con Elizabeth Taylor.
En su libro Mi vida es otra galaxia, Carrie utilizó anécdotas para explicar porque Debbie no era precisamente una madre normal.
Debbie le decía que tuviera un bebé con su padrastro, su tercer marido, Richard Hamlett, solo porque tendría ojos bonitos.
“El día que finalmente le di a entender que aquella idea era un poco rara, me dijo: ¿es que no has leído el Enquirer últimamente? Vivimos en un mundo rarísimo”.
La adicción a las drogas de Carrie las alejó, pero cuando ésta tuvo a su hija, se volvieron a acercar.
Debbie nunca dejó de trabajar. Finalmente también tenía voz y lo demostró desde los 18 años, cuando su canción "Aba daba honeymoon" que aparece en la película Two Weeks with Love, cantando a dúo con Carleton Carpenter; fue su primero éxito.
Alejada casi del cine por decisión propia, se recluyó en el teatro y la televisión, aunque sin abandonar por completo la pantalla grande.
Desde 1999 hasta 2006, interpretó a la mamá de Grace en la serie de la Will & Grace y apenas el año pasado, de manos de su propia hija, recibió el premio a la trayectoria de parte del Screen Actors Guild.
Sus huellas están impresas en el Teatro Chino de Hollywood.
nrv