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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
El cineasta Arturo Ripstein recuerda que empezó su carrera como actor, para saber cómo era la comunicación entre un director y quien se encontraba frente a la cámara.
Así, en 1963 debutó en el melodrama Dile que la quiero, con César Costa, a la que le siguieron En este pueblo no hay ladrones, al lado de Julián Pastor y posteriormente como extra en el clásico Los caifanes.
De modo que cuando su amigo, el realizador español Fernando Trueba (Belle epoque) lo invitó a revivir es labor para la comedia La reina de España, protagonizada por Penélope Cruz, aceptó de inmediato.
“Por simpático e irresponsable me dijo que fuera a hacer un papel”, narra entre risas, refiriéndose al personaje, un productor estadounidense, invitado para contar una historia.
En el tráiler oficial el director de El lugar sin límites y Así es la vida aparece en cinco ocasiones. Pero es, dice Ripstein, todo lo que observarán de él.
“Soy aproximadamente actor en un aproximado papel, es minúsculo, pero te dan de comer y no tienes presiones atroces (risas) claro se tiene la presión de aprender los diálogos y sacar del bolsillo el acordeón que en España llaman chuleta, para los diálogos. Son unos nueve minutos (en pantalla), pero la película dura dos horas (risas), exigí a Trueba que me hiciera el papel más largo, pero nunca contestó”, apunta.
Ripstein está feliz porque además el próximo viernes en Cineteca Nacional, estrena La calle de la amargura, su más reciente filme, basado en el asesinato de dos luchadoras a manos de dos sexoservidoras con las que fueron a pasar la noche.
Nora Velázquez, Patricia Reyes Spíndola y Silvia Pasquel encabezan el reparto de esta cinta que fue estrenada mundialmente en el festival de Venecia 2015 como parte de un reconocimiento que se le dio al mexicano.
“Primero que nada es una película que está llena de sentido del humor y que se entienda así, es gratificante. Todas mis películas han pretendido ser comedias, quizá una o dos no, pero todas están plagadas de esa espiral que es México, es mi entorno, es mi cultura, mi sentido de la vida.
“Leí la nota como la leímos todos y me pareció fascinante, hermanos idénticos que nacen en la misma cama y mueren en la misma años después, la nota es formidable”, recuerda.
Sólo saldrá en una sala y se encuentra en negociaciones para que una plataforma digital la saque pronto. Finalmente, señala, sus películas son parte de la cultura, esa a la que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha disminuido recursos en su anteproyecto 2017.