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Los Ángeles.— Conocer al superhéroe Dr. Strange: hechicero supremo (2016) es estar ante la creación de Marvel cuyo espíritu, imaginación y vestimenta está acorde con el movimiento de psicodelia que sucedía en 1963, cuando el personaje de historieta fue creado por el mismo dibujante que el Hombre Araña, Steve Dikto.
Ahora, la producción a cargo de los estudios Disney, traen consigo un espectáculo visual que colocará a este superhéroe en un lugar privilegiado dentro de las filas de los Avengers.
“Los años 60 fue una época muy importante por su cultura, los movimientos sociales y el arte que se gestó. Seguimos haciendo hoy en día referencia a su música e imágenes, donde creaciones como Dr. Strange habitaban. Ahora creo que el reto es no quedarnos en la reverencia y reinventar el mito de un personaje como el que hizo Marvel”, afirma entusiasmado el actor Benedict Cumberbatch, quien pasó de interpretar a Hamlet en el teatro en Londres a vestirse del místico personaje que carga sobre sus hombros una cinta de 165 millones de dólares.
Los productores de Doctor Strange estaban tan convencidos que Cumberbatch era el único posible actor para interpretar a su mágico personaje que esperaron a que finalizara sus días como actor de Shakespeare, para que saltara a ponerse la capa del superhéroe.
“La espera valió la pena, creo que Benedict es el único que podía vivir la complejidad de ser un genio neurocirujano, como después un místico mago. Su manejo de escena es impresionante y su forma de combinar drama con humor, excepcional”, comparte el director del filme Scott Derrickson (El exorcismo de Emily Rose).
Cumberbatch ya se ha hecho un nombre por sí mismo; fue nominado al Oscar por su papel del inventor de las computadoras Alan Turing en El código enigma, y sus fanas le seguían sus pasos como Sherlock (Holmes) en la teleserie de la BBC. El británico de 40 años, también prestó su voz al dragón Smaug en El Hobbit de Peter Jackson, y fue el villano de Star Trek: en la oscuridad como el villano Khan.
“Creo que el mensaje más fuerte de Doctor Srange es que es una invitación a que abras tu mente y dejes de pretender que conoces todas las respuestas. Además, el reto de este personaje es descubrir que puede vencer su ego, para verdaderamente liberar su mente y estar listo a cambiar su propia realidad”, dice Cumberbatch en un tono que podría sonar hippie, pero que va con la filosofía de su superhéroe que busca ir de las limitaciones físicas a las posibilidades del plano espiritual.
Como toda historia de inicio en el universo Marvel, que nos ha dado héroes como Iron Man, Capitán América y Thor, Doctor Strange comienza con un hombre común como Stephen Strange (Cumberbatch), que recibe el llamado a trascender sus limitaciones corporales, al tiempo que conoce a El Anciano (Tilda Swinton), quien le comparte un nuevo código de vida y la posibilidad que a través de estudios y artes marciales, pueda aprender hechizos que le ayuden a cruzar dimensiones, incluso viajar por el tiempo.
“Pienso que este es un momento ideal para voltear a ver a los años 60 y modernizar sus temas, porque si adoptamos la filosofía de abrir nuestra mente, podemos encontrarnos con las limitaciones de apostar por alimentar nuestro ego y la absurda inclinación de crear una cultura de miedo y narcisista”, declara Swinton.
Rivalizando al personaje de Cumberbatch, está el danés Mads Mikkelsen como Kaecilius, un maestro de las artes místicas quien ha caído en la tentación de querer manipular al tiempo y a la misma muerte. Al lado de Strange, se encuentra Karl Modo, estudiante prodigio de El Anciano e interpretado por Chiwetel Ejiofor.
“Amo los cómics, creo que es un medio maravilloso y colorido, que se traduce perfecto al cine. Me entusiasmó cuando me llamaron al proyecto, porque mi personaje resume muchas de las mujeres que el Doctor Strange conoce en el cómic. Aunque mi mamá es enfermera, confieso, a mí me marea ver sangre, pero para mi papel pude conseguir mantenerme de pie en las escenas del quirófano”, revela orgullosa Rachel McAdams, quien interpreta a la doctora asistente de Strange y también interés romántico.
Con una producción al nivel de las 13 películas anteriores del universo de los Avengers, Doctor Strange: Hechicero Supremo ha tenido las mejores calificaciones de la crítica internacional del 2016 para un filme de superhéroes.