Clínica de Periodismo

San Luis Potosí.— Siempre buscar la verdad y sentirse honesto son claves para un buen producto cinematográfico.

Esto, sin olvidar tampoco desarrollar personajes con una historia de fondo y un buen guión, así lo comentó el actor Matt Dillon, durante una charla en la Fiesta del Cine de San Luis.

Acompañado de Eva Sangiorgi, directora de FICUNAM, el actor de Loco por Mary recordó que, aunque su deseo no era convertirse en actor cuando era niño, fue algo que llegó a su camino. “No me convertí en actor porque quisiera estar en el escenario, para mí siempre fue el poder de ser capaz de comunicar algo”.

En este contexto, aprovechó para presentar un adelanto de su documental El Gran Fellove, basado en la vida del músico cubano Francisco Fellove, exponente del scat y compositor del tema “Mango Mangué”, quien falleciera en la Ciudad de México en 2013.

“Yo no elegí hacer este documental, llegó orgánicamente”, aseguró Dillon quién desde finales de los años 90, y como parte de sus viajes a Cuba y México, ha reunido el material que integrará la cinta.

El actor comentó la importancia de nuestro país en la vida de varias figuras: “Algunos de los más grandes artistas tomaron un descanso en México: Pérez Prado, Beny Moré, etcétera”, Agregó que él siempre ha amado la música “incluso cuando estoy borracho le pregunto al taxi ¿qué canción es esa?”

Con respecto a la fecha de estreno del documental dijo: “El tiempo toma tiempo, no puedes forzarlo, no puedes forzar el proceso”, pero bromeando sobre su trabajo como director dijo: “No les recomiendo hacer un documental”.

Matt también habló de su estadía en nuestro país y expresó que se siente en casa estando en México.

Al respecto de cuestionamientos sobre Donald Trump dijo no poner mucha atención a esos comentarios pero concluyó que él conoce México y algunas acusaciones le parecían ridículas.

Por último recomendó a los futuros cineastas: “Sean curiosos, creen grandes personajes. Diviértanse”.

Mini concierto. Un viaje onírico al estilo de los años 20 y con una buena dosis de heroína se vivió en San Luis con la proyección de la película El puño de hierro, función musicalizada que terminó con un mini concierto a cargo de Ramón Amezcua Bostich y Pepe Mogt Fussible, de Nortec Collective.

Haciendo honor a su nombre, la Fiesta del Cine en San Luis llenó de música e historia la Plaza Aranzazú con la cinta silente que en palabras de Guadalupe Ferrer, directora de Filmoteca UNAM, retrata “un problema que nuestro país estaba atravesando en 1927, el problema de las adicciones a las drogas, en este caso en particular a la heroína”.

Acerca de su trabajo de musicalización, Fussible dijo:

“Nosotros hicimos la música totalmente especial para ello, modificamos nuestra música y la adaptamos”, y además reconoció que se trata de una historia bastante adelantada a su época.

Con un trabajo de restauración de alrededor de un millón de pesos, Ferrer comentó: “Vamos a salvar el cine mexicano porque vale la pena salvar estas imágenes, porque nos ayudan a no repetir la historia, porque nos ayudan a subirnos sobre los escalones que ya estaban construidos”.

La cinta dirigida por Gabriel García Moreno se exhibió por primera vez en México en su versión restaurada, gracias al trabajo de Filmoteca UNAM y la colaboración de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas presidida por Dolores Heredia.

“No hay nada viejo, somos lo que hemos sido, no hay vuelta de hoja, tenemos que vernos en eso y más vale que apreciemos, que podamos guardar nuestro pasado”, concluyó Guadalupe Ferrer. La proyección concluyó ante una plaza Aranzazú llena en la que el público bailó al ritmo del colectivo Nortec.

Actualmente sólo sobreviven tres películas de ficción de la época del cine mudo mexicano.

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