San Sebastián.— Gael García Bernal, dedicó “a toda Latinoamérica” el I Premio Jaeger-Le Coultre al Cine Latino del Festival de San Sebastián como reconocimiento a toda su carrera, que le fue entregado el sábado.
En un discurso cargado de reflexiones sociales y reclamaciones morales, el galardonado tuvo tiempo de leer el poema de Pablo Neruda “América no invoco tu nombre en vano”, lo que provocó una gran ovación del público asistente, que llenaba el teatro Victoria Eugenia de San Sebastián.
A continuación se proyecto el primer pase con público del último filme del actor mexicano, Neruda, dirigido por Pablo Larraín.
Fue precisamente el director quien presentó al premiado destacando su gran capacidad como actor, su potencia y su “misterio”.
“Tú le pones una cámara a Gael y nunca sabes qué va a pasar”, dijo Larraín, quien destacó el carácter de hombre comprometido del actor.
Lo demostró el propio galardonado al agradecer, primero, a toda su familia “que le enseñó a ‘jalar’ del carro”; a su padre, que le enseñó a leer; a su padrastro, que le enseñó el cine, y a su abuela, que le enseñó todo lo demás; a su madre —entre el público— y a Larraín “por devolverle a la alegría del cine”, además de a una lista de directores a los que aprecia y no quiso olvidar.
Poco antes se había proyectado un video con una selección de sus actuaciones, desde las primeras, en Amores perros o Y tu mamá también, a la últimas en No y Neruda.
Y después, García Bernal, de traje gris y camisa azul clara, sin corbata, pasó a las dedicatorias, tras destacar la “buena onda” del festival.
“Me gustaría que fuera un premio a la fraternidad, le dedico este premio sin más al acto fraterno del bien común, a aquellos que desde la compasión y la empatía se dirigen al universo”, manifestó el mexicano, para lamentar acto seguido las tragedias del mundo y la falta de justicia social.
“La falta de cariño y amor a nuestros ancianos y niños, es obscena”, afirmó, al tiempo que lamentó que se destruyan “las fronteras de lo humano para construir otras”.
Un panorama dolido el que mostraba García Bernal para resumir que, por eso, existe y hay que utilizar la poesía.
Fue ese el momento en el que recitó a Neruda y dedicó a “toda Latinoamérica” su galardón.