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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Dice Martha Higareda que en primaria y secundaria, se sentaba hasta adelante en el salón de clases y continuamente alzaba la mano para participar. Pero acepta que en preparatoria, la cosa cambió totalmente.
“Ahí sí eché mucho relajo”, cuenta la actriz tabasqueña.
“A Miri (su hermana, Cásese quien pueda) le iba mejor en calificaciones, pero a mí no tan mal, no era ñoña, pero sí ponía atención”, explica.
El hecho es que a partir de esta semana varios alumnos le hacen ver su suerte en la comedia No manches Frida, al lado de Omar Chaparro.
Para su personaje usa lentes y se dejó el fleco, algo que le divertía.
En la historia conoce a un hombre asaltante de bancos, quien tras dejar la cárcel descubre que un botín enterrado tiempo atrás, fue tapado por un gimnasio escolar.
Entonces, mientras de día funge como profesor, por las noches excava tratando de recuperar el tesoro.
“Mi personaje es súper nerd, le encanta dar clases y está enamorada de su carrera, es súper dedicada, pero nadie la ‘pela’ y de cierta manera los alumnos se identifican con ella.
“Y me encanta por el look, uso lentes y fleco, es muy nerd, pero está bien padre”, abunda Martha.
No solamente Martha se sometió a cambios físicos. Omar cambió su alimentación y realizó mucho ejercicio antes de entrar al set de filmación. Y eso, al tener que interpretar a un profesor de gimnasio.
“Comencé a comer menos cantidad cinco veces al día, a tomar dos litros de agua y a bajarle a las harinas”, recuerda el también conductor.
“Y para el personaje también ocupé mi experiencia de barrio para ver cómo podía hablar”, añade.
No manches Frida es el remake de la cinta alemana Fack ju Göhte, estrenada en 2013.
Fue un proyecto que encontró Pantelion, empresa afincada en Estados Unidos, que conforme pasó el tiempo se alió con la también norteamericana Lionsgate, la alemana Constantin y las mexicanas Videocine y Neverending Media para su producción.
Las partes optaron por un director español, Nacho Velilla (Que se mueran los feos) para ser el responsable de la aventura cinematográfica.
“Lo más interesante fue hacerla latina, que se entendiera e hiciera reír, fueron casi 10 versiones de guión”, comenta el realizador, quien eligió locaciones en la Ciudad de México.
Adal Ramones y Mónica Dionne forman parte de la plantilla de profesores del colegio donde se desarrolla la historia, rodada a fines de 2015.
En Estados Unidos estrenó hace dos semanas, llevando hasta el momento 8 millones de dólares en taquilla (unos 150 millones de pesos); el miércoles se encontraba en la posición 13 de las taquilleras de la jornada.
A salas mexicanas llega con cerca de 500 pantallas y clasificación B-15, no restrictiva para adolescentes.
“Allá va muy bien, abrió maravilloso (sólo atrás de No se aceptan devoluciones) y ahora esperemos que la respuesta en México sea igual”, expresa Mauricio Argüelles, coproductor.