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christian.leon@eluniversal.com.mx
Desde su estrenó en 2003, Buscando a Nemo se convirtió en un éxito inmediato y pese a los grandes dividendos que dejó a Disney y Pixar nunca estuvo claro que la cinta situada en el fondo del mar tuviera una secuela.
Es por ello que quizá la luz verde para comenzar a trabajar en una nueva aventura de Nemo, Dory y compañía tardó ocho años, más los cinco que tomó realizarla.
Andrew Stanton, codirector de Buscando a Dory, explicó en entrevista vía Skype que siempre ha pensado que las segundas partes no siempre han sido buenas, por ello en Disney/Pixar sólo realizan secuelas si hay una historia qué contar, la cual además debe aportar al universo creado por la primera.
En el caso de esta nueva aventura que llega a los cines mexicanos hoy, la historia de cómo se decidió hacer la segunda parte fue distinta.
Stanton explicó que aunque desde que se estrenó hace más de 10 años Nemo nunca la había vuelto a ver, sabía de los motivos que movían al popular pez olvidadizo, uno de los personajes más adorables y queridos por los fans.
Sabía por qué el pez cirujano paleta con memoria a corto plazo era amable y por qué siempre era muy servicial, pero no sabía realmente el trasfondo de la historia.
“Cuando hicimos Nemo sabíamos cosas sobre ella, sabíamos que se había alejado del océano durante años sin memoria, ella tenía una sensación de abandono, y esa era la razón por la que era tan amable, ella nadaba con miedo a ser abandonada todo el tiempo, quería asegurarse de que tal vez, si era amable y muy optimista, no la abandonarían. Siempre existió un elemento trágico sobre ella y ahí es dónde vimos una historia”, explicó Stanton.
Cuando hace un par de años Andrew volvió a ver la primer película se dio cuenta que había una historia que contar: ¿Cómo un pez como Dory no había muerto a manos de algún pez o animal submarino más grande?
“La idea comenzó cuando vi la película de nuevo en 2011 cuando la lanzamos en 3D, al salir me sentí satisfecho, pero tenía un agujero en el estómago, creí que faltaba algo, sentía angustia porque pensaba que algún día ella podía olvidar a Marlin y Nemo y eso sería una tragedia”, detalló.
Esa misma sensación, dice el director, la compartió con algunos fans, quienes le dijeron que también tenían ese mismo pesar. Fue ahí donde descubrió que tenía que hacerle justicia a Dory y crearle su filme, que a su vez sirve de continuación de la anterior, pues aparecen algunos conocidos personajes y se integran algunos otros, com el pulpo Hank, quien dice, ahora es el cómico de la película.
“Ahora que lo pienso creo que fue bueno esperar para esta nueva parte, los niños que crecieron con la anterior quieren verla y los adolecentes que la vieron ahora son padres de familia y quieren que su hijos la vean, sin quererlo ha sido una buena estrategia, además la tecnología nos ha ayudado mucho, tenemos una película visualmente más real”, dijo.
Buscando a Dory es un éxito mundial, lleva recaudado más de 653 millones de dólares y es filme animado con mejor fin de semana al obtener 135 millones 60 mil dólares en sus primeros tres días.