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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Del otro lado del auricular, a Gastón Pavlovich se le escucha de buen humor. Acaba de llegar a un acuerdo para producir la nueva película de Martin Scorsese y Robert de Niro.
A sus 47 años, para muchos mexicanos y miembros de la industria del cine, su nombre no es familiar, pero si se dice que fue el impulsor principal de El estudiante, se tendría idea.
Esta semana, el productor será más mencionado al estrenarse El holograma del rey, con Tom Hanks, en donde se cuenta la historia de un hombre que se traslada a Arabia Saudita con la intención de venderle tecnología al jeque, siempre ausente de palacio.
A ella que le seguirían en el verano Max Rose, con Jerry Lewis y a fines de año Silence, dirigida por MartinScorsese, ganador del Oscar.
En el inter la cinta mexicana 108 costuras, que encabezó, tendría su premier en el mítico Dodger Stadium de Los Ángeles.
Y si no fuera suficiente, será quien escriba y produzca la cinta sobre la vida de Mijail Gorvachov, el político que acabó con la guerra fría y alentó la desaparición de la Unión Soviética.
“Hay que estar con pies de plomo, ahora sigue demostrar que a las películas les vaya bien, no me interesa estar en fiestas”, dice Pavlovich.
“El estudiante fue mi escuelita, la empecé en 2003 cuando comencé a escribirla y luego tomé la decisión de hacer la peli sin saber cómo ni por dónde”, recuerda el entrevistado.
Empezó a ver que en México el cine no es negocio y su enfoque siempre apuntó al mercado internacional. Estuvo seis meses estudiando el sistema hollywoodense y fue como salió la Fábrica de Cine, su productora.
¿Cómo se dio el acercamiento con Tom Hanks?
Resulta que Max Rose estuvo en Cannes 2013 y ahí la vieron y conocimos a él y sus mánagers, entonces Tom tenía la idea de hacer una película independiente y los estudios no estaban dis puestos a apoyarla, quería alguien que le apostara y entré, lo que siempre ando buscando son esos nichos, esos espacios, que tienen oportunidad.
¿Y con Scorcese?
Tiene que ver con el hecho de que deseaba hacer Silence desde hace 26 años y cada vez había una complicación nueva; entonces, ahora tenía una ventana para hacerla,pero los estudios no querían producirla.
Al principio su abogado me dijo: si haces esta película, vas a tener una carrera brillante en Hollywood y vas a tener el apoyo de él (Martin), pero si no lo logras, jamás harás algo. Me dijo toma esta noche para tu decisión y si decides no hacerla, no te acerques más. Y yo dije, no me conocen en Hollywood, qué puedo perder (risas).
Hubo tanta confianza y respeto que ahora harán The Irishman.
Silence fue realmente un proyecto que generó confianza. Ahora De Niro ya tenía productores y Martin fue quien habló y dijo que me escuchara, tuvimos un par de reuniones con De Niro, le platiqué lo que deseaba y al final dijo ok. Por ahora soy el único productor y legalmente tengo en la mesa el mismo voto que ellos, voy a intentar llevar a Rodrigo (Prieto, el fotógrafo de Amores perros) y a alguien de producción de arte, lucharé por ello.
¿Ya vieron ellos El estudiante?
Francamente no creo y tampoco me puse a dárselas (risas), pero sí sé que sus mánagers, sus representantes y agentes sí y quizá les dijeron algo.