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El director John Landis, que marcó un antes y un después en el cine de terror con "An American Werewolf in London" y filmó el videoclip más famoso de la historia, "Thriller" de Michael Jackson, cree que la mayoría de las películas que se hacen hoy en Hollywood son "una mierda".
Landis (Chicago, 1950) recibe hoy un homenaje en el Festival de Cine Fantástico de Madrid, Nocturna, coincidiendo con el 35 aniversario del estreno en España de su "hombre lobo", pero confiesa sentirse extraño con el título "Maestro del Fantástico".
"Me gusta el género fantástico, pero es muy raro. He hecho comedias y musicales, incluso wésterns, pero no tanto terror", subrayó en una entrevista el director de "Blues Brothers" (1980) o "Animal House" (1978).
Landis también fue uno de los directores del filme de terror de culto "Twilight Zone" (1983), codirigido junto a Joe Dante, George Miller y Steven Spielberg, cuyo rodaje marcó una de las páginas más oscuras de su carrera.
Un accidente de helicóptero provocó la muerte de dos niños y del actor Vic Morrow, y el largo juicio posterior dañó notablemente su reputación, pese a que finalmente fue absuelto, aspectos sobre los que arroja luz el libro de Gerardo Santos "Un hombre lobo en Hollywood", que se presentó hoy en el festival Nocturna.
El mismo año en que ese filme llegó a los cines, se estrenó el videoclip de "Thriller" y otra de las películas más aplaudidas de Landis, "Trading Place", y aunque siguió dirigiendo en los 90 y en el nuevo milenio -aunque más para la televisión-, sus trabajos tuvieron menor repercusión.
"Llevo seis años sin rodar, las razones son muchas. Ahora es mucho más difícil que una película llegue a los cines, pese a la paradoja de que es más fácil que nunca rodarlas", señaló.
"Estoy implicado en tres proyectos ahora mismo -no quiere dar detalles- y un libro que tengo que escribir. Me considero afortunado porque he tenido una carrera en la que no he tenido que trabajar. Si hiciese una película ahora tendría que ser realmente especial, y la mayoría de lo que se hace es una mierda", declara.
De ""An American Werewolf in London" (1981), dice que fue una película "radical" en su época.
Entonces no era tan habitual la mezcla de humor y terror. La escena de la transformación del protagonista en lobo también causó un gran impacto en el público, incluido Michael Jackson, que le llamó después de verla para pedirle que dirigiera el famoso videoclip.
Aunque escribió el guion con solo 18 años, le costó más de una década convencer a un productor para filmarla. "La respuesta era siempre la misma: demasiado divertida para ser de terror, o demasiado terrorífica para ser una comedia", señala.
La idea se le ocurrió durante un viaje a Yugoslavia, donde encontró su primer trabajo en los estudios como asistente en el rodaje de "Kelly's Heroes", una comedia sobre la Segunda Guerra Mundial protagonizada por Clint Eastwood.
Conduciendo, junto a su traductor y guía, por una carretera hacia la ciudad de Novi Sad, su coche se detuvo en un cruce de caminos donde dos sacerdotes ortodoxos y "un puñado de gitanos" enterraban de pie a un hombre envuelto en una lona, con rosas y dientes de ajo.
"El hombre había cometido un crimen y lo enterraban en vertical con agua sagrada y todo eso, para que su cuerpo no se despertara y causara problemas por ahí. Me pareció fascinante pensar que una semana antes un hombre había pisado la luna y estos tipos estaban preocupados por un 'zombie'", exclama.
Ese fue el caldo de cultivo donde nació la pregunta que a su vez originó el guion: ¿cómo reaccionaría una persona culta y educada ante algo que cree imposible, como un muerto viviente o un hombre lobo?.
Landis recuerda que durante aquellos años de formación en Europa también pasó por España. Era el periodo del "boom" del "spaghetti wéstern". "Se rodaban entre tres y diez películas a la vez, alemanas, españolas, italianas, americanas o inglesas", explica.
Él trabajó sobre todo como especialista. "Llegué a ser muy bueno cayéndome del caballo", dice. Pero también como asistente de director o incluso actor en títulos como "Chato el Apache", "Sol rojo" o "Hasta que llegó su hora".
"Trabajé en más de cien películas antes de rodar mi primer trabajo, era otra época", afirma.
rad