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Las críticas han impulsado la película Me Quedo Contigo, que retrata la violencia que las mujeres pueden llegar a cometer.
Tras 97 rechazos en algunos festivales, al director y escritor Artemio Narro se le abrieron las puertas en otros. Para él lo más importante es que su ópera prima genera debate y discusión sobre a quienes les gusta y a quienes no, por lo que desde el principio quiso volverla incómoda y poco empática desde el posicionamiento de la cámara hasta el pensamiento de los personajes.
Es por ello que toma con gracia todo tipo de comentarios, sobre todo los que critican su proyecto. "Ojalá no filmes nunca más", "esta película no la debe ver nadie nunca", confiesa le dijeron en donde hubo hasta reembolsos.
Artemo tiene un trabajo en las artes plásticas y todo nació en un proyecto de exposición en Ciudad Juárez, lugar en donde el tema de los feminicidios está tan abierto.
"Hubo la idea de qué pasaría si invertimos los géneros, no está planeada para hacer un comentario directo de los feminicidios pero habla de las estructuras de poder, la violencia y los roles de género. Como especie lo que nos hace distintos a los demás animales es nuestra constante búsqueda por el poder y no tanto por el beneficio o supervivencia de la especie", explicó en conferencia de prensa, en donde estuvo acompañado por varios de los actores que la protagonizan: José María de Tavira, Ximena González, Eduarda Guardiola e Iván Arana.
La clasificación no es clara, pues ha entrado en festivales de cine porno, en los de horror y algunos más serios. El autor pagó los 120 mil dólares (cuando estaba a 12.50) que le costó la producción gracias a sus amigos que donaron obras que se subastaron para una copia, que se estrenará en la Cineteca Nacional a partir del 13 de mayo.
La temática se basa en una arquitecta española que viene a México por petición de su novio (un pequeño cameo de Diego Luna), pero en una fiesta con amigas todo se sale de control cuando conocen a un "vaquero" y deciden raptarlo.
"(Mi personaje) es hija de alguien poderoso. Es una realidad hoy en el mundo y en el país que puedes comprar autoridades; ella tiene fuerza, impulso, hasta es arrogante, pero en la manera de desenvolverse con las amigas tiene un valemadrismo. Las mujeres y los hombres pueden hacer atrocidades cuando están en manada, se dan el valor y eso creo que pasa en los seres humanos", argumentó Ximena González, quien hace el papel de la líder del grupo.
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