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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Lo que más ha aprovechado Iván Sánchez en su ingreso al cine en faceta de productor, es aprender cómo se mueve el medio cinematográfico.
El actor de La tempestad y Lo imperdonable estrenará en la segunda mitad del año su cinta Backseat Fighter, de la que estuvo al frente para conseguir los recursos suficientes.
Y semanas después arrancaría, también como responsable, de El olvido, llevando en la dirección a su socio y amigo, Mario Pagano.
En Beackseat Fighter también actúa compartiendo créditos con la actriz colombiana Martina García (No eres tú, soy yo y Biutiful).
“Es de acción, filmada en España y hablada en inglés, es una huida hacia adelante; soy un ex policía militar que cae en una trampa de gobierno y empieza a vivir como puede, sacando dinero a base de peleas callejeras; entonces conoce a una chica que huye de sectas y ambos comienzan a escapar porque el gobierno se les va encima”, detalla el histrión.
“¿Vale la pena ser productor de cine? Por supuesto, siempre he hecho teatro en ese sentido, han sido nuestras propias producciones y es gratificante, ahora que soy nuevo en esta parte del cine, se aprende muchísimo”, agrega.
El madrileño de 41 años es conocido en su país natal por La reina del sur y Hospital central, teleseries que también han llegado internacionalmente.
En cine ha participado en las cintas A la mala y Cíclope.
Por ahora en México protagoniza las grabaciones de Yago, producción basada en el clásico El conde de Montecristo, al lado de Gabriela de la Garza (Las Aparicio).
Y El olvido, su nueva producción, sería un thriller sicológico de terror acerca de la locura.
“Se haría a fines de año”, señala escuetamente Sánchez.
El próximo viernes a Iván se le verá en cines nacionales con Paraíso perdido, historia de suspenso al lado de Ana Claudia Talancón (El crimen del Padre Amaro) y Andrés Almeida (Los Héroes del Norte).
