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Argentina.—En febrero de 2013, la política jugó a ganador en el cierre de la fiesta del Oscar.
Quien anunció la consagración de Argo como Mejor Película fue nada menos que Michelle Obama.
No se trató sólo de un gesto de cortesía de la industria de Hollywood hacia la primera dama estadounidense, cuya sorpresiva y no anunciada aparición anuló las pocas dudas que quedaban por entonces sobre el ganador del premio mayor de ese año.
Más allá de sus extraordinarios valores cinematográficos, la gran película de Ben Affleck funcionó desde una lectura estrictamente política como una reivindicación concreta de las administraciones demócratas de Jimmy Carter y Bill Clinton.
Mostró, al revelar una historia que permaneció en secreto durante casi dos décadas, que Hollywood también puede hacer su aporte para resolver delicadas situaciones de geopolítica internacional.
Más allá de cualquier ficción. Mañana, cuando los ojos del mundo vuelvan a mirar a Hollywood en su máximo festejo anual, otra figura central de la política estadounidense subirá al escenario del Oscar.
Esta vez no habrá sorpresas, como en 2013, porque hace dos días se hizo oficial el anuncio de que el vicepresidente Joe Biden estará en el Teatro Dolby para presentar a Lady Gaga.
Tras las palabras de Biden, la cantante interpretará el tema “Til it happens to you”, la cual es la favorita y segura ganadora al Oscar de este año como Mejor Canción Original.
Pertenece al documental The Higher Ground, durísimo alegato contra los abusos sexuales en campus universitarios, tema que fue bandera de Biden durante toda su gestión.
Pensando en otra elección, más importante que la de mañana, la Casa Blanca juega de nuevo a ganador.